Gracias a tomógrafos cada vez más potentes, la paleoneurología está transformando nuestra comprensión de estos animales extintos. Investigaciones sobre el cerebro, el sistema nervioso y otros tejidos blandos que dejaron marcas en el cráneo de estas criaturas nos revelan sus capacidades cognitivas, así como también sus limitaciones.
La ciencia acredita ahora lo que muchas mujeres ya sabían. Tener un hijo te cambia. Investigadoras españolas analizan desde hace años las modificaciones que ocurren en el cerebro durante el embarazo, parto y posparto, y si dichas alteraciones se revierten con el tiempo.
Es la primera vez que se puede identificar esta alteración como posible origen de los síntomas esquizofrénicos. Esto abre la puerta a buscar nuevos tratamientos dirigidos y con menos efectos secundarios para los pacientes.
Estos miniórganos tridimensionales, creados a partir de tejido cerebral fetal humano, mejoran la calidad y la complejidad de los que había hasta ahora. El avance aporta una herramienta optimizada para estudiar la evolución y tratamiento de enfermedades relacionadas con el desarrollo del cerebro, incluidos los tumores.
Hasta ahora no había evidencia neurocientífica clara que explique por qué los menores aprenden de manera más eficiente que los adultos. Nuevas investigaciones indican que la clave está en las concentraciones de un neurotransmisor fundamental en el cerebro: en esta etapa sus niveles son más flexibles.
La metodología, desarrollada con la participación de investigadores del Instituto Cajal, ha permitido observar que el tejido cortical que aún muestra actividad en un encefalograma, puede, en realidad, estar sufriendo ya la muerte irreversible de las capas neuronales más superficiales tras un ictus o una hemorragia intracraneal. Los hallazgos replantean los criterios y quizá la praxis en el seguimiento y tratamiento de este tipo de accidentes.
Un conjunto de artículos publicados en la revista Nature ofrecen la más completa caracterización y clasificación de tipos celulares del cerebro de este mamífero. Los resultados ayudan a comprender mejor la organización de este órgano, los circuitos neuronales y la función de cada una de sus células, además de contribuir a la investigación de los trastornos neurológicos en humanos.
El consumo crónico de este tipo de bebidas produce alteraciones en la microestructura cerebral que son notables en la sustancia blanca y que progresan incluso durante la abstinencia. Investigadores del Instituto de Neurociencias han conseguido proteger dicha sustancia al emplear la estimulación magnética transcraneal.
Una investigación del Instituto de Neurociencias de Alicante ha detallado, por primera vez, el ‘efecto espejo’ que permite a ambos lados del cerebro procesar la información de los sentidos de forma continua y actuar como uno solo.
Al igual que los humanos, otros animales son capaces de pensar en sitios y objetos que no están justo delante de ellos. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo internacional de científicos tras sondear los pensamientos internos de varios roedores con una interfaz cerebro-máquina.