Investigadores de EE UU han creado vectores sintéticos similares a virus capaces de introducirse en células humanas para realizar tareas específicas, como la edición de genes. Estos nanomateriales podrían ser candidatos prometedores para tratar enfermedades raras y cáncer, así como en medicina personalizada, según los autores.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares concluye que la toxicidad de compuestos farmacológicos utilizados para interferir con la angiogénesis, es decir, la creación de vasos sanguíneos nuevos en el cáncer o en enfermedades cardiovasculares, no se puede explicar por los cambios genéticos que producen.
Científicos de los institutos de Biología Evolutiva e Investigación Biomédica de Barcelona han identificado el gen responsable del estadio juvenil en insectos, además de otros dos que intervienen en su madurez. Estos genes también están presentes en los mamíferos y podrían tener un papel clave en procesos cancerosos.
A partir de compuestos inspirados en la naturaleza, investigadores de EE UU y Alemania han creado moléculas ‘quimera’ capaces de inducir el corte de ARN oncogénicos, como el del gen MYC, que impulsa el crecimiento desenfrenado de las células cancerosas.
Los telómeros son las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas y de ellos depende que las células tumorales puedan seguir dividiéndose indefinidamente, como si fueran inmortales. Un estudio del CNIO muestra que poner el foco en estas secuencias de ADN podría ayudar a frenar la actividad tumoral.
Un equipo del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras ha descubierto que los tumores hepáticos que presentan la desactivación del gen NSUN7, que es un editor epigenético del ARN, suelen tener un mal pronóstico. Los resultados podrían servir para anticipar su evolución clínica y el desarrollo de tratamientos, según los autores.
Las células con mayor capacidad para formar tumores tienen estados epigenéticos aberrantes que les permiten comunicarse mejor con células de su entorno. Ahora un estudio en ratones describe cómo afecta ese y otros procesos en la plasticidad celular responsable del inicio de la tumorigénesis pancreática, lo que abre una vía a nuevos enfoques terapéuticos.
Esta doctora en Biología Molecular está al frente de Integra Therapeutics, una empresa que ha fusionado en su plataforma FiCAT el poder de la tecnología CRISPR Cas9 y las proteínas transposasas para solucionar las limitaciones actuales de las terapias genéticas. La tecnología, que se está probando ahora en células de pacientes y modelos de ratón, podría empezar a ensayarse en humanos en 2026.
El análisis conjunto de las imágenes médicas y los datos clínicos permite el desarrollo de un marcador no invasivo que predice mejor los beneficios de la inmunoterapia. Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red lo han comprobado en un tratamiento con anticuerpos monoclonales para un tipo de cáncer de pulmón.