Investigadores del Centro Oncológico Cedars-Sinai (EE UU) explican cómo este proceso permite a los tumores de vejiga eludir el sistema inmunitario y los hace vulnerables a tratamientos comunes, no así a los nuevos con inmunoterapia.
Investigadores de EE UU han presentado un atlas donde se detalla el proceso de envejecimiento de 163 tipos celulares de la mosca de la fruta. Los tipos que más rápido envejecen son las células adiposas y las hepáticas, implicadas en el control del metabolismo. Los autores creen que ralentizar este proceso en humanos podría ayudar a tener mejor salud en la vejez.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas halla unas mutaciones poco frecuentes que potencian el efecto del fármaco temsirolimus en algunos pacientes con cáncer. Ahora se sabe que este medicamento y otros similares son idóneos para quienes tengan estas mutaciones en la proteína USP9X, que regula procesos celulares críticos para el avance de la patología.
En situación de crisis, el núcleo celular llama a las enzimas antioxidantes al rescate, según un estudio liderado por el Centro de Regulación Genómica. El hecho de que el núcleo sea metabólicamente activo es un profundo cambio de paradigma con implicaciones para la investigación del cáncer.
Investigadores de EE UU han creado vectores sintéticos similares a virus capaces de introducirse en células humanas para realizar tareas específicas, como la edición de genes. Estos nanomateriales podrían ser candidatos prometedores para tratar enfermedades raras y cáncer, así como en medicina personalizada, según los autores.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares concluye que la toxicidad de compuestos farmacológicos utilizados para interferir con la angiogénesis, es decir, la creación de vasos sanguíneos nuevos en el cáncer o en enfermedades cardiovasculares, no se puede explicar por los cambios genéticos que producen.
Científicos de los institutos de Biología Evolutiva e Investigación Biomédica de Barcelona han identificado el gen responsable del estadio juvenil en insectos, además de otros dos que intervienen en su madurez. Estos genes también están presentes en los mamíferos y podrían tener un papel clave en procesos cancerosos.
A partir de compuestos inspirados en la naturaleza, investigadores de EE UU y Alemania han creado moléculas ‘quimera’ capaces de inducir el corte de ARN oncogénicos, como el del gen MYC, que impulsa el crecimiento desenfrenado de las células cancerosas.
Los telómeros son las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas y de ellos depende que las células tumorales puedan seguir dividiéndose indefinidamente, como si fueran inmortales. Un estudio del CNIO muestra que poner el foco en estas secuencias de ADN podría ayudar a frenar la actividad tumoral.
Un equipo del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras ha descubierto que los tumores hepáticos que presentan la desactivación del gen NSUN7, que es un editor epigenético del ARN, suelen tener un mal pronóstico. Los resultados podrían servir para anticipar su evolución clínica y el desarrollo de tratamientos, según los autores.