Inauguración del Experimento QUIJOTE y otras seis instalaciones robóticas en el Observatorio del Teide. / Daniel López/IAC
Los satélites Planck y Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) han detectado agrupaciones de galaxias situadas más lejos de lo que nunca se había explorado y con una altísima cantidad de nuevas estrellas en su interior. El trabajo, en el que ha participado la Universidad de Oviedo y el Instituto de Física de Cantabria, puede contribuir a resolver uno de los problemas centrales de la cosmología: el origen de los primeros conglomerados a gran escala de las galaxias.
Vista del campo BICEP2 y alrededores captados por el satélite Planck. / ESA
El anuncio científico más espectacular del año acaba de recibir el revés más temido. En marzo el equipo de EE UU de BICEP2 dijo que había detectado las ondas gravitacionales de los ecos del Big Bang, afirmación que fue enseguida puesta en duda por la comunidad científica. Ahora, los últimos datos de la misión europea Planck indican que las estimaciones de los físicos estadounidenses no tuvieron suficientemente en cuenta el polvo galáctico.
Cuando Alan Guth (Nueva Jersey, 1947), padre de la teoría de la inflación cósmica, tuvo su momento 'eureka', anotó y recuadró en su libreta las palabras “revelación espectacular”. Fue en 1979. En un par de semanas, su modelo teórico sobre el origen del mundo podría confirmarse definitivamente. Muchos lo consideran candidato al Nobel. A él le parece bien y recuerda que ha ganado otro galardón del que se siente orgulloso: el premio al escritorio más desordenado.
Se confirman los rumores: los científicos de la misión europea Planck van a colaborar con los norteamericanos de BICEP2 para dilucidar si las señales captadas por este radiotelescopio terrestre son realmente ondas gravitacionales procedentes de los primeros ecos del Big Bang o, por el contrario, proceden del polvo galáctico. Según Enrique Martínez, investigador de Planck, “en menos de un mes” su equipo publicará un artículo que aclarará el origen de la señal.
Hoy en Valencia el padre de la inflación cósmica, Alan Guth, ha reivindicado la vigencia de su teoría, ya sean correctas o erróneas las pruebas a su favor detectadas desde el Polo Sur por el telescopio BICEP2. Además de él, un millar de físicos hablan en la capital levantina de un mundo compuesto de infinitos universos paralelos, superaceleradores del futuro y materia oscura. Allí se celebra la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías.
Alan Guth durante su conferencia en Valencia./ ICHEP2014
Los científicos de BICEP2, que en marzo anunciaron haber detectado las ondas gravitacionales de los ecos del Big Bang, han publicado sus resultados en la revista Physical Review Letters precedidos por la polémica: en estos meses, la comunidad de físicos ha expresado sus dudas sobre su validez. La propia revista reconoce la posibilidad posibilidad real de que sea fruto de polvo polarizado más que de efectos primordiales.