Por primera vez a escala internacional han seguido por el organismo de forma exhaustiva elementos traza esenciales sin alterar las condiciones metabólicas normales. Han sido los investigadores del Grupo de Espectrometría Analítica de la Universidad de Oviedo que dirige Alfredo Sanz Medel, en colaboración con el grupo del servicio de Neonatología que coordina el doctor José López Sastre en el Hospital Central de Asturias (HUCA). De esta colaboración ha surgido una novedosa técnica de análisis que han ensayado en ratones lactantes y que permite establecer qué cantidad de elementos esenciales presente en el alimento se ha absorbido y qué forma química se absorbe mejor, además de la ruta que ha seguido por el cuerpo.
De izquierda a derecha, Alfredo Sanz Medel, José López Sastre y María Luisa Fernández Sánchez. Foto: FICYT.
No sólo somos lo que comemos. También comemos lo que somos, hasta el punto de que pesticidas, residuos de combustión y fluidos industriales son algunos de los “condimentos” que pueden llegar hasta cualquier plato. Éste es uno de los campos que ha recorrido desde la Universidad de Oviedo el Grupo de Investigación de Espectrometría Analítica que dirige Alfredo Sanz Medel, concretamente a través de la detección de contaminantes en el pescado de consumo humano.
Más sencillez, precisión y exactitud. Como explica Alfredo Sanz Medel, Catedrático de Química Analítica de la Universidad de Oviedo, ésas son las ventajas que plantea la técnica alternativa que ha desarrollado el grupo de investigadores que dirige frente al método internacional de referencia. Ambos sirven para detectar el principal marcador de la diabetes, que se emplea tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la evolución de la enfermedad. Con este trabajo acaban de traer a Asturias el primer premio en la EuropeanWinter Conference on Plasma Spectrochemistry, el congreso científico más importante a nivel internacional sobre las aplicaciones de los plasmas en espectroquímica, que se ha celebrado en febrero en Graz, Austria.
De izquierda a derecha, Alfredo Sanz Medel, Estela del Castillo Busto y María Montes Bayón. Fotografía: L.A. / FICYT
El mayor poder puede encerrarse en las cantidades más pequeñas. De la misma forma en que pequeñísimas concentraciones de una sustancia pueden acabar con la vida de una persona, hay otras que son imprescindibles para mantener la salud y curar numerosas enfermedades: son los elementos traza. Y las técnicas “detectivescas” que ha trabajado el grupo de Espectrometría Analítica y de Masas de la Universidad de Oviedo para rastrear estos esquivos elementos también les permite contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos contra varias enfermedades, entre ellas la diabetes.