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Agencia Sinc
El artículo se ha publicado en ‘Comptes Rendus Palevol’

El sapo verde habitó la Península Ibérica hace un millón de años

Aunque en la actualidad el sapo verde (Bufo viridis) se distribuye por Europa central, Asia, África e incluso las Islas Baleares, en la Península Ibérica se extinguió a finales del Pleistoceno inferior (hace 1,1 millón de años). Así lo demuestra una investigación internacional, con participación española, que ha descubierto el primer fósil de sapo verde en Murcia.

El sapo verde habitó la Península Ibérica hace un millón de años
El sapo verde (Bufo viridis) estuvo presente en la Península Ibérica durante el final del Pleistoceno inferior. Foto: F. Deshandol & Ph. Sabine.

El análisis de los fósiles, hallados en el yacimiento Cueva Victoria de Cartagena (Murcia), confirma por primera vez la presencia del sapo verde (Bufo viridis) durante el final del Pleistoceno inferior (hace más de 1,1 millones de años) en el sureste de España, en las provincias de Granada, Murcia y Castellón.

“Unos 500 huesos fósiles documentan todo el esqueleto del sapo verde y aportan caracteres osteológicos claves para atribuir de manera inequívoca su pertenencia a esta especie”, explica a SINC Hugues-Alexandre Blain, uno de los autores del trabajo e investigador del Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.

El estudio, que se ha publicado en Comptes Rendus Palevol, demuestra que el anfibio podría pertenecer en esa época a una subespecie diferente a los sapos verdes actuales. Los cambios de clima y de paisaje, “frecuentes durante los últimos dos millones de años”, pudieron ser la causa de su extinción local.

En la actualidad, B. viridis posee una amplia distribución geográfica en Eurasia y el norte de África, pero hasta ahora su presencia en la Península Ibérica nunca había sido demostrada. “A pesar de contar con unas condiciones ecológicas favorables en el territorio peninsular, muy curiosamente está ausente”, señala el experto.

El límite suroeste de su distribución europea actual es la frontera italiana con Francia. En España, tan sólo se localiza en las Islas Baleares, “donde se le atribuye una llegada reciente, posiblemente ligada a una introducción por los fenicios desde el norte de África”, indica Blain.

¿Por qué desapareció de la Península Ibérica?

Existen varias hipótesis sobre las causas que provocaron la desaparición del sapo verde en la Península durante el Pleistoceno. “Los cambios climáticos de amplitud creciente y en particular el momento frío detectado en torno al millón de años serían posibles explicaciones”, señala el científico.

Sin embargo, la presión ejercida por el sapo corredor (Bufo calamita), “más capaz y más competitivo”, podría haber desplazado y “extinguido localmente” al sapo verde, que quedó “atrapado” en el sureste de España. Para el experto, “sólo el estudio de más yacimientos cubriendo un marco geográfico y temporal mayor podrá aclarar qué causó realmente la extinción local de B. viridis”.

En busca de su antecesor

El sapo verde pertenece a la familia Bufonidae, pero se desconoce su antecesor: “Los estudios moleculares sugieren que los sapos verdes tendrían un ancestro en Asia central, pero el registro fósil más antiguo se encuentra de momento en el Mioceno inferior (hace más de 20 millones de años) de Francia y de España”, explica Blain.

En España, el sapo vivo más cercano a B. viridis es el sapo corredor, cuya distribución se extiende hasta Ucrania. En Europa, “Bufo priscus podría ser un buen candidato al título de ancestro europeo de B. viridis”, manifiesta el científico, quien considera necesario hacer “una revisión seria de todos los fósiles atribuidos a este grupo a nivel europeo, africano y asiático”.

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Referencia bibliográfica:

Hugues-Alexandre Blain, Luis Gibert, Carles Ferràndez-Cañadell. “First report of a green toad (Bufo viridis sensu lato) in the Early Pleistocene of Spain: Palaeobiogeographical and palaeoecological Implications”. Comptes Rendus Palevol, 487–497, diciembre de 2010. doi:10.1016/j.crpv.2010.10.002

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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