Doce años más tarde del vertido de Aznalcóllar un equipo liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) asegura que los suelos afectados se han recuperado “razonablemente”. Sus estudios de nematodos (gusanos microscópicos de tierra que son indicadores del estado biológico del suelo) confirmaron el “enorme” impacto de los metales pesados y es de utilidad para predecir el efecto del vertido del lodo rojo de Hungría.