El ciervo, el 'rey' del monte mediterráneo, con sus berridos y bramidos se convierte durante los meses de otoño en el principal protagonista del Parque Nacional de Cabañeros, uno de los mejores lugares de la península ibérica para disfrutar del cortejo de la berrea. Las 8.000 hectáreas de pastizales salpicadas de encinas y quejigos que ofrece la raña del Parque Nacional, situado en pleno corazón de Los Montes de Toledo, en las provincias de Ciudad Real y Toledo, se transforman en un gran escenario que atrae a miles de visitantes para disfrutar del avistamientos estos grandes y espectaculares ungulados.
Habitualmente esquivos durante todo el año, los ciervos se dejan ver con más facilidad durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, época que coincide con el ciclo biológico del apareamiento de la especie. Durante este tiempo los ciervos asombran con sonoros y estridentes berridos que hacen resonar de manera infatigable hasta componer una armónica sinfonía que colma de sonido todo el Parque Nacional. Las declaraciones son de Gloria Rojas, guía del parque.