Consumir dos o más refrescos a la semana puede incrementar el doble el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas. Así lo afirma un estudio que se publica en el último número de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, y que está basado en el seguimiento de más de 60.000 participantes a lo largo de 14 años. El equipo, liderado por investigadores de la Universidad de Minnesota (EE UU), señala que los altos niveles de azúcar en los refrescos pueden incrementar el nivel de insulina en el cuerpo, lo que contribuye al crecimiento de células cancerígenas.