Hasta ahora se desconocía qué partes del cerebro se activaban cuando intentábamos reconocer una cara neutra, aquella sin ningún tipo de emoción. Una investigación, de la que forma parte la UNED, revela que estos rostros trasmiten al cerebro la misma información que una cara expresiva, algo especialmente relevante para personas con demencias, cuya principal forma de comunicación es el reconocimiento facial.