Un estudio con participación española ha dividido en dos etapas la historia climática de los Pirineos durante el enfriamiento conocido como Younger Dryas. El primero de estos períodos es descrito como muy frío y árido, mientras que en el segundo hubo mayor disponibilidad de agua. Esta distinción se efectúo a partir del análisis de una estalagmita de la Cueva de Seso (Huesca) y puede servir para establecer analogías con el cambio climático actual.