Cuando aprendemos algo, es más importante inhibirnos que activarnos. Y esta conclusión del Grupo de Psicobiología de la Universidad de Oviedo y paradoja científica recuerda que romper ideas intuitivas es una de las maneras que tiene la ciencia de sorprender.
Jorge Luis Arias, coordinador del Grupo de investigación de Psicobiología de la Universidad de Oviedo, es quien ha desenfundado el martillo para quebrar la idea preconcebida de que el aprendizaje está directamente ligado a la activación. Los resultados que explica han venido a raíz de que el Grupo de investigadores se preguntara qué pasa en el cerebro durante el aprendizaje. Y para tratar de responder a ello, utilizaron ratas a las que efectuaron un seguimiento mientras aprendían a orientarse en una piscina con estructura cambiante. "Observamos que a mayor aprendizaje, más proliferan las conexiones neuronales (sinapsis) con funciones inhibitorias. Cuando el animal aprende, es porque supo inhibir y no porque haya activado más funciones cerebrales", explica Jorge Arias.
Estos investigadores también están estudiando los efectos de la encefalopatía hepática en el cerebro, y trabajan en el desarrollo de un antiinflamatorio cerebral que, a medio plazo, pueda tener efectos positivos en los enfermos de Parkinson.