Un equipo internacional de científicos han ensamblado los genomas de dos especies de tortugas de cuello oculto inéditos hasta ahora. Los resultados contribuirán al desarrollo de estrategias más efectivas de conservación de estos animales y al estudio de la evolución del genoma y la organización cromosómica en los vertebrados.
El vuelo de los insectos, el camuflaje de los pulpos y la cognición humana son tres ejemplos de innovación evolutiva que se basaron, en parte, en eventos de duplicación de genes hace cientos de millones de años.
Un estudio liderado por el CSIC descubre un mecanismo por el cual la ruta de señalización del ácido retinoico, resultante del metabolismo de la vitamina A, afecta la formación de los vertebrados.
En nuestro genoma y en el de otros animales mandibulados se conserva una secuencia genética derivada de primitivos retrovirus que resulta esencial para producir mielina, la capa que protege y hace más eficientes a las fibras nerviosas. Así lo revela un estudio de investigadores británicos, quienes recuerdan que sin mielinización no se habría producido la gran diversidad de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, con sus complejos cerebros.
Un equipo de investigación internacional, liderado por científicos españoles, encuentra una relación entre el momento de activación de decenas de genes en el embrión y cómo los ciclos vitales de los animales evolucionaron.
Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) y otros centros internacionales han grabado los sonidos de 53 especies de cuatro grupos o ‘clados’ de vertebrados que se consideraba que no emitían vocalizaciones: 50 tortugas, un tuátara (reptil de Nueva Zelanda), una cecilia (anfibio con aspecto de lombriz) y un pez pulmonado.
Los resultados revelan que la comunicación acústica de todos los vertebrados que respiran por la nariz pudo originarse en un ancestro común que vivió hace 407 millones de años.
La comunicación acústica de todos los vertebrados que respiran por la nariz pudo originarse en un ancestro común que vivió hace 407 millones de años. Así lo reflejan los audios grabados a especies que hasta ahora se pensaba que no podían emitir sonidos vocales, como tortugas, tuátaras, cecilias y peces pulmonados.
Fósiles de peces del Silúrico temprano, de hace entre 436 y 439 millones de años, aportan nuevos conocimientos sobre la diversificación inicial de los vertebrados con mandíbula, entre los que figuran los humanos. Cuatro artículos de la revista Nature presentan nuevas especies y describen los dientes más antiguos conocidos de este grupo animal.
El ancestro común de todos los tunicados, el grupo hermano de los vertebrados, era un organismo de vida sedentaria, y no uno de vida libre, como se pensaba hasta ahora. La pérdida masiva de genes que conllevó a la deconstrucción de la red génica del corazón permitió hace millones de años la adaptación hacia la vida libre, según revela un estudio de la Universidad de Barcelona.
Un estudio del CSIC analiza los procesos genéticos que dan lugar a las aletas y los dedos humanos, con el objetivo de conocer mejor cómo se produjo la conquista del medio terrestre por parte de los primeros vertebrados.