En vísperas del Día Mundial de la Malaria, que se celebra hoy 25 de abril, diferentes equipos científicos han descubierto propiedades antimaláricas en un conjunto de fármacos que impiden el desarrollo de células cancerígenas. Los proyectos, financiados por la Unión Europea (UE), tratan de frenar el avance de la enfermedad, que en 2009 causó 800.000 muertes.