Tras más de una década de investigaciones y desarrollos tecnológicos liderados por primera vez desde España, hoy por fin el satélite SMOS se ha puesto en órbita. Esta madrugada la nave ha despegado con éxito desde el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de Rusia, y pronto comenzará a enviar datos sobre la salinidad de los océanos y la humedad del suelo, una información clave para entender mejor el cambio climático.