Desde hace una década el satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea mapea la humedad del suelo y la salinidad del océano, pero, inesperadamente, investigadores de la Universidad de Alcalá han descubierto que también puede seguir la actividad del Sol y la meteorología espacial.
Científicos de la Universidad de Salamanca han elaborado un nuevo sistema para monitorizar la sequía en el ámbito agrícola usando los datos de humedad del suelo que envía el satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea. El trabajo supone un avance en esta campo, ya que hasta ahora la única información que permite realizar una evaluación científica de la sequía está basada en datos climáticos indirectos.
El 21 de abril de 1513 el viento soplaba a su favor, pero una fuerza desconocida impedía el avance de las naves de Ponce de León frente a las costas de Florida. Se acababa de descubrir la corriente del Golfo, una corriente oceánica que ha marcado desde entonces la navegación entre América y Europa. Benjamin Franklin la cartografió por primera vez en 1770 y hoy un ejército de científicos, con sus boyas y satélites, vigila que el calentamiento global no apague este termostato climático del Atlántico norte.
Evolución de la humedad del suelo vista por el satélite SMOS.
La información recogida por el satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea (ESA) confirma que esta primavera ha sido excepcionalmente seca en Europa occidental en comparación con la de 2010. Así lo muestran los últimos datos, que también son de gran utilidad en aplicaciones destinadas a los ámbitos de la agricultura y la hidrología.
Primer mapa global de la humedad del suelo y de la salinidad de los océanos con datos tomados por SMOS en agosto de 2010.
Científicos de las universidades de Salamanca, Politécnica de Cataluña y Navarra realizan experimentos en Vadillo de Guareña (Zamora) para medir los parámetros que influyen en la información que podrá capturar el satélite y lo hacen contrastando los métodos habituales con la tecnología que portará el satélite SMOS (Soil Moisture and Ocean Salinity) de la Agencia Espacial Europea (ESA).