Hace tres años, el 6 de agosto de 2012, el rover Curiosity de la NASA aterrizó sobre la superficie de Marte. Desde entonces, y a lo largo de casi 11 kilómetros, no ha dejado de tomar datos con sus diez instrumentos, uno de ellos español: la estación medioambiental REMS.
Entre los descubrimientos de la misión destaca la confirmación de que Marte tuvo ingredientes esenciales para la vida, como agua –que discurría por antiguos cauces–, nitrógeno, oxígeno y carbono, además de encontrar compuestos orgánicos en las rocas.
Curiosity también ha detectado metano en la fina atmósfera marciana, y unos niveles de radiación que suponen un riesgo para las tripulaciones que se preparan para viajar al planeta rojo. De momento elrover sigue operando en el entorno del cráter Gale.