A primera vista podría parecer que la información que transmitimos con nuestros smartphones solo llega al interlocutor. Sin embargo, investigadores estadounidenses aseguran que a través de detalles como la ubicación del aparato se pueden conocer aspectos tan personales como el estado de salud o la religión que profesa el propietario. Las conclusiones de este estudio buscan hacer reflexionar a las autoridades políticas sobre la invasión de la intimidad.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado y patentado un dispositivo portátil que permite realizar un seguimiento continuo de los niveles de radiaciones electromagnéticas a los que se expone la persona que lo lleva. Este instrumento de bolsillo puede percibir señales radioeléctricas entre la banda de los 50 MHz y 6 GHz, además de almacenar la información en una memoria.
Investigadores de la Universidad de Málaga han modelado y descrito por primera vez el comportamiento de señales acústicas ultrasónicas, no audibles por el ser humano, en el medio marino. El trabajo abre el camino al diseño de sistemas de comunicación eficientes y de tamaño reducido con aplicaciones en campos como la monitorización de granjas de peces, las misiones de rescate o la detección preventiva de fenómenos como los tsunamis.
La sociedad influye en el éxito o el fracaso de los lenguajes de programación. Cuantos más usuarios tenga una determinada tecnología, mayor es la probabilidad de que otras personas la escojan, aunque a priori pudiera ser peor. Así lo recoge un modelo desarrollado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra.
Investigadoras de las universidades Politécnica de Madrid y Rey Juan Carlos han creado una plataforma de juegos que permitirá la rehabilitación de los trastornos orofaciales de los niños con alteraciones neurológicas. Mediante un sensor de videojuegos, el sistema es capaz de detectar los soplidos, la subida de cejas, los besos y las sonrisas de los pequeños pacientes para poder estimular estos gestos.
Los sensores electrónicos de grafeno se pueden usar para detectar la actividad eléctrica del cerebro. Así lo demuestra la tecnología que el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología y otros centros de investigación presentan esta semana en el Mobile World Congress de Barcelona. Los dispositivos se están probando en animales y podrían tener aplicaciones terapéuticas, además de permitir el diseño de nuevas interfaces cerebro-máquina.
Dos investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja y de la Universidad Católica de Colombia han llevado a cabo un estudio que apunta a tres factores como los principales causantes del mayor número de fracasos en proyectos en tecnologías de la información y la comunicación (TIC): la mala gestión del tiempo, de los costes y del alcance.