Las personas con una mayor predisposición genética a dormir poco tienen más probabilidades de desarrollar futuros síntomas depresivos. Sin embargo, en las que presentan más predisposición a la depresión no se detecta una mayor probabilidad de dormir poco, según un estudio con más de 7.000 personas en Reino Unido.
Neurocientíficos españoles han liderado un estudio en ratones que describe, por primera vez, un mecanismo que vincula la memoria social con las preferencias a la hora de interactuar con otros congéneres. Los resultados podrían ayudar al desarrollo de medicamentos para tratar trastornos como el de la ansiedad ansiedad por separación, frecuente en niños, apuntan los autores.
Han analizado datos de más de 500.000 personas con problemas de salud mental atendidos por el Servei Català de Salut, lo que permitirá ofrecer información valiosa para poner en marcha políticas públicas dirigidas a disminuir la incidencia.
Más frecuencia cardíaca y menos variable se asocia a más vulnerabilidad ante la depresión. El equipo de investigación de este estudio, liderado por el área de salud mental del Centro de Investigación Biomédica en Red, empleó esta tecnología para rastrear la evolución de la enfermedad durante dos años.
Aunque de momento se trata de un estudio piloto con cuatro pacientes, investigadores del centro Clínic Barcelona-IDIBAPS han comprobado que esta técnica puede ser una alternativa segura y eficaz para los casos complejos de esquizofrenia y trastorno bipolar que no responden a las terapias.
El uso abusivo de las redes sociales —sobre todo entre los más jóvenes—, la autoexigencia personal o la falta de estrategias para afrontar el estrés, son algunos de los factores que pueden desembocar en una depresión. El psiquiatra José M. Montes advierte de la necesidad de mejorar el acceso al tratamiento de esta enfermedad, cada vez más prevalente.
Investigadores de EE UU han hallado una correlación entre este trastorno psiquiátrico y un tipo de mutación genética no heredada que se produce en una fase temprana del desarrollo embrionario. El estudio abre la puerta a investigar si otros desórdenes podrían estar regulados por este tipo de mutaciones.
Entender la genética de este trastorno y la asociación con otras patologías ayudará a prevenir y diagnosticar precozmente a los y las pacientes y facilitará la investigación de nuevas terapias dirigidas.
Día Mundial de la Salud Mental. / Curro Oñate
A lo largo de la historia a las mujeres se les han sobrediagnosticado dolencias y síndromes ya descartados, principalmente psiquiátricos, desde la histeria a la ninfomanía. Este retrato distorsionado, que vivió una edad de oro en el siglo XIX, se ha cuestionado en las últimas décadas por la comunidad investigadora.