En comparación con la población general, las personas con patologías mentales graves, incluida la esquizofrenia, presentan mayores niveles de mortalidad relacionada con el sistema cardiovascular. Además, la asociación se ha reforzado en las últimas décadas, según un metanálisis realizado por un equipo internacional de expertos.
La gravedad de estos síntomas está relacionada con el nivel de fatiga y las manifestaciones neurológicas, como mareos y dolor de cabeza, experimentados durante la fase inicial de la enfermedad. Muchos pacientes exponen sus dificultades para conseguir que los profesionales médicos se tomen en serio estas señales.
Un nuevo estudio ha analizado durante 16 meses la prevalencia de los síntomas de depresión, ansiedad, angustia relacionada con el SARS-CoV-2 y mala calidad del sueño entre las personas con y sin diagnóstico de la infección. Los resultados indican que las personas que permanecieron en cama durante siete días o más tienen un mayor riesgo de experimentar trastornos de salud mental.
Esta aplicación, desarrollada por investigadores españoles, permite valorar los niveles de ansiedad de forma continuada a través de preguntas muy sencillas. Los resultados mostraron que la reacción registrada en el teléfono móvil estaba relacionada con la medida por otros métodos.
Una investigación realizada en más de 150.000 veteranos de EE UU que pasaron el coronavirus muestra una probabilidad 60 % mayor de tener cualquier diagnóstico de salud mental al cabo de un año. Los expertos insisten en que debería ser prioritario abordar estas dolencias entre los supervivientes de la infección.
Nuestra salud mental se resiente desde hace años. La depresión es una de las principales patologías, que hoy sigue siendo poco reconocida y comprendida. Una comisión de especialistas hace un llamamiento para mejorar la atención y prevención de una de las principales causas de sufrimiento y muerte prematura en el mundo.
Un estudio liderado por el CSIC revela por primera vez el efecto en el hipocampo de dolencias como la ELA, el húntington y el párkinson, lo que ayudará al desarrollo de terapias que frenen su avance.
Un estudio publicado en la revista The Lancet confirma el fuerte impacto de la covid-19 en la salud mental, con 53 millones de casos adicionales de depresión severa y 76 millones más de episodios de ansiedad en 2020. Aunque se trata de un problema global, la población más afectada son las mujeres y los más jóvenes.
Investigadores españoles han conseguido detectar autoanticuerpos asociados a esta enfermedad neurodegenerativa y con poder diagnóstico. La tecnología desarrollada es rápida, asequible, sensible, mínimamente invasiva y podría aplicarse en puntos de atención primaria.
Las muertes por conductas suicidas han aumentado en 20.000 en los últimos 30 años en todo el mundo y la pandemia no ha mejorado la situación. Expertos de distintas disciplinas coinciden en que es necesario tratar el tema para hacerle frente, sin sensacionalismos y con fuentes fiables.