Conectó cuatro ordenadores mediante el protocolo TCP / IP que creó junto a Robert Kahn y la Historia fue otra: había nacido Internet. Su visita a Asturias invitado por el Centro Niemeyer le ha supuesto a Vinton Cerf cinco días de reuniones oficiales y actos, pero ha tenido tiempo de hablar con los estudiantes de Informática de la Universidad de Oviedo. A continuación se recogen algunos de los temas en los que quiso detenerse.
“Creo que podemos quedarnos un poco más, ¿verdad?” Una frase rápida bajo la barba de sabio futurista y Vinton Cerf retuerce su agenda con tal de escuchar las preguntas de los jóvenes informáticos. Una de las cuestiones que apuntó Vinton Cerf y que despertó preguntas entre los estudiantes fue el problema de mantener el acceso a documentos “antiguos”: “¿Qué pasa si en el año 3000 haces una búsqueda en Google -esperemos que siga funcionando para entonces- y recibes una presentación Power Point de 1997? Nuestro Windows 3000 no sabría interpretarlo”, planteó Cerf.
Frente a las diversas versiones de las aplicaciones [los programas informáticos], y a la posible desaparición de algunos formatos en el futuro, explicó, es vital mantener el acceso a las aplicaciones, los “traductores” de los bits de información. Como posible solución, apuntó al código abierto. Este sistema permite que los usuarios adapten un programa informático a sus necesidades, por lo que sería posible que el usuario modificara la aplicación del futuro para que pudiera leer un documento que se hubiera elaborado con un programa ya inexistente.
Pero el código abierto tampoco constituye una garantía, reconoció Cerf. Y están las reticencias que plantea la propiedad intelectual de los programas informáticos a que los usuarios puedan acceder a “las tripas” del programa mediante el código abierto. “La necesidad que tenemos de crear un entorno de propiedad intelectual puede convertirse en una gran oportunidad para que el mundo jurídico y el técnico lleguen a un acuerdo”, afirmó.
Nubes de información
El cloud computing es una de las tendencias hacia las que la Internet extiende sus cables. Los clouds ofrecen aplicaciones de trabajo comunes a las que se accede desde un navegador de Internet y en los que los programas y los datos y documentos que los usuarios guardan se almacenan on-line, en servidores. Según Cerf, “Google, Microsoft o Amazon, entre otros, están construyendo clouds. Su gran ventaja es que si pierdes tu ordenador portátil, puedes conservar los documentos que contenía, siempre y cuando los hayas almacenado en un cloud”.
Pese a las grandes posibilidades de este sistema, hay varios aspectos que requieren mejoras: “Necesitamos protocolos de interacción entre los distintos clouds”, ha señalado el padre de todos los protocolos, que planteó el problema de que si un usuario quiere mover sus documentos y datos desde un cloud a otro, en el traslado no existe forma de especificar el grado de protección de los documentos. “Es un campo que ahora está totalmente abierto para la investigación”, ha remarcado con intención ante los estudiantes.
Una Internet entre planetas
Ahora, Vinton Cerf está trabajando en la creación de una Internet interplanetaria que permitirá que naves y misiones espaciales compartan la información para impulsar los avances científicos. De hecho, el Premio Príncipe de Asturias y Vicepresidente de Google está cada vez más cerca de emular su propia historia: si todo va bien, el próximo otoño la red interplanetaria tendrá aún no cuatro, pero sí tres nodos.
De una idea de pura ciencia ficción a un proyecto serio de ingeniería. Así resume Cerf la creación de la InterPlaNetary Internet, en la que está inmerso. La iniciativa surgió en EEUU a través de la agencia gubernamental DARPA, y en la actualidad trabajan en el proyecto investigadores de la NASA y de la Universidad de California, entre otros centros de investigación norteamericanos.
El objetivo, según Cerf, es que todas las naciones que envían naves espaciales puedan conectarlas a la red interplanetaria: “queremos normalizar los protocolos, para que cada vez que se lance una misión con fines científicos, los datos que haya recogido puedan estar disponibles para las siguientes”, afirmó. No pudo ocultar su satisfacción por que el próximo otoño, espera, habrá tres nodos en la red interplanetaria: la tierra, la nave Epoxi y la estación internacional. Este mito de Internet ni se mece en sus laureles ni se conforma con la Historia.
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En más de una ocasión, Cerf aludió a su encuentro con Tim Berners-Lee en el reciente Congreso de la World Wide Web en Madrid.