Las migraciones ante la crisis: la sociología avanza el panorama español

A la espera de los datos sobre el aumento del número de personas empadronadas en 2008 y de conocer la evolución de la crisis económica, la mayoría de los investigadores consultados por SINC apuntan que el aumento del paro, que ha crecido sobre todo entre la población inmigrante, hará descender el número de extranjeros que eligen España como destino. El Observatorio Permanente de la Inmigración (OPI) señala en su último informe que entre marzo y junio de 2008 bajó el número de extranjeros con tarjeta de residencia o certificado de registro, aunque apunta como posible causa los plazos administrativos.

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Entre abril y junio de este año, el número de personas extranjeras con certificado de registro o tarjeta de residencia cayó en 23.749. Foto: SINC / Olmo Calvo.

Entre otros factores, el aumento de la oferta de trabajo en España durante los últimos años convirtió al país en un destino atractivo para las personas migrantes. Ahora, el ascenso del paro, que está afectando sobre todo a este colectivo, reducirá su llegada.

Éstas son las previsiones de la mayoría de los sociólogos entrevistados por SINC, que, a falta de información más actualizada, coinciden en que la crisis afectará, sobre todo, a la población inmigrante: “Algunas cosas saltan a la vista y permiten aventurar los procesos por venir”, explica Carlos Pereda, del equipo de investigación sociológica Colectivo Ioé. Subraya que la población migrante “es víctima de la crisis, no su causa”.

“Algunas asociaciones de inmigrantes empiezan a comentar que están entrando menos extranjeros”, subraya Miguel Pajares, autor del informe Inmigración y Mercado de Trabajo del OPI. Él no tiene dudas: el denominado “efecto llamada” es el que "causa el aumento del empleo y éste empieza a frenarse". Asegura que los estudios prueban que, históricamente, las poblaciones migrantes descienden cuando disminuye el empleo y aumenta cuando éste crece.

Entre abril y junio de este año, el número de personas extranjeras con certificado de registro o tarjeta de residencia cayó en 23.749, un dato que rompe el crecimiento de los últimos años, según datos del último informe del OPI. Los mayores descensos se habrían producido en la población latinoamericana, de Ecuador sobre todo, pero también de Colombia y Bolivia.

El OPI señala que la causa podría ser una situación coyuntural vinculada al tiempo que transcurre entre la caducidad de las autorizaciones y su efectiva renovación, y destaca que son más las nacionalidades que crecen que las que pierden efectivos. Advierte, no obstante, que vigilará los resultados de los próximos trimestres para ver si se confirma un cambio de tendencia.

Los sociólogos tienen claro que la población migrante resultará la más perjudicada por la crisis. Ésa fue también una de las denuncias repetidas en el III Foro Social Mundial de las Migraciones, durante la semana pasada en Rivas Vaciamadrid (Madrid), que reunió a expertos de todo el mundo, así como ONG’s, y asociaciones para denunciar la vulneración de los derechos de los colectivos de migrantes, e intercambiar ideas para crear nuevas redes internacionales de apoyo.

La tasa de paro entre personas inmigrantes ha caído más del doble

El número de trabajadores extranjeros ha crecido más que el de los españoles, pero la tasa de paro se ha incrementado más entre los primeros (más del doble en el último año y casi el triple en el último trimestre), señala Lorenzo Cachón, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Explica que ambos fenómenos son compatibles porque la población activa extranjera crece más que la española, si bien este crecimiento se ha ralentizado.

Que la construcción sea uno de los sectores con mayor contratación de personas extranjeras y que el porcentaje de inmigrantes no comunitarios con un contrato temporal duplique prácticamente al de la población española les hace más vulnerables, según los expertos.

Pajares añade que quienes no tienen papeles “ni siquiera cobrarán el seguro de desempleo”. De momento, las mujeres acusarán menos el paro, ya que las ofertas de trabajo en el sector doméstico no se están viendo tan afectadas por el descenso general.

“Las crisis económicas siempre afectan más a las personas más vulnerables”, incide Carmen Barranco, catedrática de Trabajo Social de la Universidad de La Laguna (Tenerife). Y la que atraviesa ahora España se está traduciendo en recortes y déficit de atención por parte de las administraciones públicas a los inmigrantes.

Este recorte se está notando en la calidad de la acogida y en los cursos de formación que se ofrecen en Canarias, añade.

Carlos Pereda prevé que el mensaje de que no hay trabajo retraerá tanto a la inmigración "regular" como a la "irregular", aunque señala que se mantendrán las llegadas por reagrupamiento familiar.

En opinión de Miguel Pajares, la reducción se notará especialmente en los flujos irregulares, que suponen el grueso de la inmigración. Las personas contratadas en sus países de origen podrán disminuir “pero difícilmente se van a eliminar”, porque muchos sectores van a seguir necesitando gente. “Los españoles no van a realizar determinados trabajos por mucho que estén en paro”, asegura el sociólogo.

También demandará trabajadores la industria metalúrgica, que se nutre de determinados especialistas, escasos en España, en países de Europa del Este y Latinoamérica sobre todo, añade el científico.

Cachón cree, sin embargo, que el paro hará que se reduzcan los empleos de difícil cobertura y la contratación en origen pero que los problemas económicos no retraerán necesariamente la inmigración irregular porque la crisis se da también en los países de origen.

Alexis Mesa, investigador del Observatorio de la Inmigración de Tenerife, pone en cuarentena estas previsiones aunque admite que la tasa de inmigrantes es un indicador positivo de la pujanza económica del país y que la crisis podría implicar una pequeña reducción los flujos migratorios, que, en el caso de África también podría deberse al crecimiento de las inversiones de los países desarrollados en el continente.

Señala, sin embargo, que si la crisis es mundial, "los que están mal pasan a estar muy mal", por lo que las migraciones continuarán. En España, puede haber zonas que no se vean tan afectadas; "los flujos migratorios, explica, “tienen un cierto raciocinio y se dirigen a los lugares más desarrollados, pero también influyen condiciones como la proximidad o los flujos tradicionales”.

En cuanto al posible retorno de quienes están ya aquí, la mayoría de los sociólogos coincide en que las personas que quieren volver son muy pocas. Sin embargo, en la Organización Internacional para las Migraciones señalan que el número de solicitantes de su programa de retorno voluntario en lo que va de año ha triplicado al de quienes lo solicitaron durante todo 2007 (casi 3.000 frente a algo menos de 900 el año pasado).

Fuente: SINC
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