Dos décadas al servicio de la naturaleza

Algunos de los superhéroes que protagonizaban nuestro mundo imaginario en la infancia salvaban a seres humanos, pero también cuidaban a los animales y a la naturaleza. En España, mujeres y hombres de carne hueso luchan por defender el medio ambiente desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. Muchas de sus operaciones quedan en la sombra y el olvido. Por eso SINC repasa 20 años de trabajo.

Agentes del SEPRONA
Agentes del SEPRONA investigando las causas de un incendio. Foto: SEPRONA.

La protección del medio ambiente es un principio rector de la política social de la Constitución española. No es sólo un derecho, su conservación es una obligación. Para este fin en 1986 se encomendó a la Guardia Civil -articulo 12 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad- “velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza”.

Fue en 1988 cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil vio la luz. Desde entonces, las denuncias a delitos medioambientales se han ido incrementando, sobre todo, en los últimos diez años. La población ha empezado a preocuparse por la naturaleza y a ser cada vez más conciente de la existencia de este servicio.

En el momento de su creación, el SEPRONA contaba con casi 850 agentes. Ahora, 20 años más tarde son 1756. Aunque los equipos se han duplicado, el número de agentes sigue siendo inferior al de las denuncias y delitos. “Necesitaríamos unas 2.300 ó 2.500 personas para ir por encima de la demanda”, dice el Teniente Coronel de la Guardia Civil destinado al SEPRONA desde su inicio, Modesto Piriz.

A lo largo de sus dos décadas su leitmotiv ha sido concienciar a la sociedad. La educación ambiental ha tenido efecto en las personas. Por ejemplo, las denuncias por el maltrato de animales domésticos, en el 99% de los casos, perros, han aumentado sobremanera.

Para implicar a la ciudadanía, la publicación a finales de 2008 del libro Cien consejos para conocer y proteger el medio ambiente ha permitido una actualización de las principales amenazas en España y emprender un nuevo camino hacia un destino común: el respecto.

Incendios y vertidos de residuos, principales problemas

Aunque los esfuerzos se intensifiquen para evitar el daño al medio ambiente, los incendios siguen siendo una de las principales preocupaciones. “Son una fuente de destrucción de biodiversidad tremenda”, comenta Piriz. A parte de la quema de naturaleza y bienes privados (siembras y plantaciones), la flora, la fauna y el suelo, que se erosiona, se ven muy afectados. El problema sustancial es que “el terreno queda impracticable para muchas especies”, añade.

En 2008, el SEPRONA intervino en 1.929 incendios forestales (en 883 todavía no se han esclarecido las causas). En la mayoría de los casos, los fuegos son provocados intencionadamente o por negligencias y accidentes. Un dato, el año pasado sólo 83 incendios tuvieron causas naturales.

Para las labores de prevención, extinción e investigación de los fuegos, el SEPRONA emplea entre 800 y 900 agentes en activo (cerca de la mitad de su personal), la mayoría dedicados a determinar los posibles autores.

Ahora la campaña especial contra los incendios se ha adelantado a marzo o abril, porque, según señala Piriz, “ya hay varios incendios en estos meses”, y dura hasta septiembre u octubre.

En Galicia, Andalucía, Castilla-La-Mancha o Extremadura, donde hay más posibilidad de incendios, “se concentran más efectivos y se incrementan los servicios de vigilancia para las tareas de control”, subraya el Teniente Coronel. Pero, a pesar de ello, aunque en 2008 sólo se haya lamentado un fallecimiento y 12 heridos, 507 incendios fueron por negligencia, 248 intencionados y se evacuaron a casi 2.800 personas.

Otro campo “preocupante” es el vertido de residuos urbanos o aguas residuales. De las 15.572 denuncias de vertidos que se realizaron en 2008, 12.792 fueron residuos peligrosos y 943 industriales que se vierten de forma ilegal y sin control por toda la geografía española.

Aunque la mayoría de estos vertederos son ilegales, “a veces son de los propios municipios, ya que los ayuntamientos no respetan las normativas vigentes y crean vertederos sin autorización”, destaca Modesto Piriz. También representan un foco de incendios porque los queman para eliminarlos poco a poco.

A esto se añaden las 1.083 denuncias registradas el año pasado por vertidos de aguas residuales que pueden llegar al alcantarillado cuando las balsas rebosan.

Comercio ilegal de especies

En España, el tráfico ilegal de especies amenazadas es, según el Guardia Civil, “otro caballo de batalla”. En 2008, cinco personas fueron detenidas por delitos de contrabando de animales y otras seis imputadas por 411 denuncias de tenencia o importación ilegal de especies.

El militar afirma que “desde que el SEPRONA lo vigila, el comercio ha bajado bastante”. Hace 20 años había un gran comercio con tiendas, exhibiciones ambulantes, zoológicos y circos. En ese momento, la moda era importar y traficar con aves (loros, cacatúas, etc.), pero esto ha cambiado en los últimos años y se ha pasado a comercializar con reptiles (tortugas, serpientes, camaleones, o cocodrilos pequeños).

Piriz especifica que existen dos tipos de importación: la del turista que trae un animal vivo o sus derivados (pieles, bolsos, marfil, concha…), y la que tiene fines comerciales, “mayoristas que transportan de forma camuflada pasando por aduana o no”.

En 2008, los agentes del SEPRONA incautaron 157 mamíferos, 782 aves y 805 reptiles que generaron un comercio “importante”. Pero la mayor preocupación es que “al provenir de países exóticos, estos animales tienen pocas posibilidades de sobrevivir cuando la gente los suelta para deshacerse de ellos, y pueden causar daños a la fauna autóctona”, apunta el miembro del SEPRONA.

Ya han pasado 20 años, y el SEPRONA seguirá controlando incendios, vertidos y tráfico ilegal de especies, sus principales amenazas.

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Fuente: SINC
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