Investigadores españoles han desarrollado un nuevo test que identifica y cuantifica de una manera fiable, sencilla, rápida y barata el nivel de alérgenos en alimentos con la ayuda de un teléfono móvil.
Un equipo de la Universitat de València (UV), la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Raras (CIBERER) ha desarrollado un prototipo de tira reactiva que identifica y cuantifica de una manera fiable, sencilla, portátil, rápida y muy barata el nivel de alérgenos en alimentos con la ayuda de un teléfono móvil. El trabajo ha sido publicado en la revista Biosensors.
“La alergia o hipersensibilidad a los alimentos se estima que afecta actualmente a cerca de 520 millones de personas en todo el mundo. Estas reacciones ocurren principalmente por el consumo de alimentos que contienen trazas de alérgenos. Así pues, identificarlos y cuantificarlos antes de que el alimento sea consumido es fundamental y es lo que permite el test que hemos desarrollado”, apunta Sergi Morais, profesor del Departamento de Química de la UPV e investigador del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico.
El prototipo se ha desarrollado como prueba de concepto para la detección simultánea de alérgenos de almendra y cacahuete, y se ha validado con alimentos comerciales de uso cotidiano, como galletas y barritas energéticas.
De cara al futuro, el equipo señala que, teniendo en cuenta las características de la tira reactiva, se podría adaptar fácilmente para otros alérgenos, ya que el grupo dispone de anticuerpos específicos para un amplio tipo de alérgenos y biomarcadores. “Nuestro reto es desarrollar una prueba para la cuantificación simultanea de los 14 alérgenos de obligada declaración según el Real Decreto 126/2015”, apunta Patricia Casino, investigadora del Instituto Universitario de Biotecnología y Biomedicina del la UV y del CIBERER.
Entre las ventajas del prototipo, el equipo de investigación destaca la fiabilidad de la prueba, que contiene múltiples controles y calibradores internos integrados en una matriz miniaturizada de 36 puntos. “Con la tecnología de microarray, realizamos 36 ensayos en un único paso. La información derivada nos permite identificar in situ si el resultado obtenido es un verdadero positivo o negativo. Además, con los calibradores internos y el teléfono móvil podemos cuantificar con una elevada precisión trazas de alérgeno en el alimento”, destaca Ángel Maquieira, catedrático del Departamento de Química de la UPV.
Por lo que respecta al método de extracción, el equipo destaca su sencillez, por lo que puede ser realizado por cualquier persona, en cualquier momento.
“Los métodos de extracción actuales consisten en múltiples etapas y requieren equipos sofisticados para la trituración, desengrasado, extracción y purificación de los alérgenos. Por ello, el análisis se realiza en laboratorios cualificados. El objetivo es descentralizar el análisis, al igual que se ha hecho con el test del la covid-19. Queremos que cualquier persona pueda analizar un alimento justo antes de consumirlo”, añade Sergi Morais.
El método de extracción desarrollado se basa en la utilización de un molinillo portátil (grinder), con el que se tritura y se filtra la muestra en un único paso; a continuación, se añaden 5 mL de una disolución para extraer el alérgeno y, una vez preparada la muestra, la tira reactiva se sumerge en la disolución. Y en apenas cinco minutos se obtiene el resultado, que se puede leer con un teléfono móvil.
“Estimando un coste de un euro por tira, la prueba desarrollada tiene gran potencial comercial, por ejemplo, en el sector alimentario para la identificación rápida de alérgenos in situ y en el sector farmacéutico para cuantificar la potencia de los extractos alergénicos utilizados en las pruebas de alergia”, destaca Amadeo Sena, investigador postdoctoral del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico.