El gigante tecnológico estadounidense ha desarrollado un chip basado en fermiones de Majorana. La compañía asegura que esta tecnología podría reducir drásticamente los errores y acelerar la llegada de ordenadores cuánticos comerciales en años en lugar de décadas. El avance sitúa a Microsoft en primera línea de la competición en este ámbito junto a rivales como Google e IBM.
El prototipo desarrollado por un equipo de la empresa de base tecnológica del CSIC Marsi Bionics, con la colaboración de hospitales españoles, podrá utilizarse tanto en casa como en la calle.
El mundo de la inteligencia artificial se ha convertido en un escenario lleno de rivalidades, ambiciones y poderosos intereses. En el centro de todo ello, Sam Altman y Elon Musk, cofundadores de OpenAI en 2015, protagonizan un enfrentamiento que va más allá de las disputas personales. Su lucha refleja la batalla global por controlar una tecnología que podría cambiarlo todo. Mientras las superpotencias se posicionan, la pregunta sigue siendo: ¿quién dominará el futuro de la IA?
La cumbre sobre inteligencia artificial celebrada en París ha mostrado la brecha entre Europa y Estados Unidos en la regulación de esta tecnología. Mientras la UE aboga por un desarrollo controlado y equitativo, la administración de Trump se negó a sumarse al acuerdo final. El evento estuvo marcado por el rechazo de OpenAI a una oferta de compra de Elon Musk y por el anuncio de inversiones millonarias en el sector.
La UNESCO ha declarado 2025 como el Año de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas, un campo en el que la física Anna Fontcuberta i Morral es experta. Su trabajo en semiconductores ha propiciado avances clave en tecnologías verdes y células solares, además de resultar fundamental para el desarrollo de ordenadores cuánticos. Ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en presidir la prestigiosa EPFL suiza.
La nueva plataforma de inteligencia artificial, que desafía a las tecnológicas estadounidenses, enfrenta ataques maliciosos a gran escala mientras su modelo de bajo coste genera tensiones en los mercados.
El lanzamiento de ALIA, una familia de modelos de inteligencia artificial públicos y abiertos diseñada para 35 lenguas de Europa, incluidas las cooficiales españolas, marca un avance clave hacia la autonomía tecnológica y la reducción de la dependencia de las grandes corporaciones.
Investigadores españoles advierten que la falta de formación docente y la persistencia de enfoques tradicionales aún limitan el potencial transformador de las tecnologías digitales en las aulas.
La Fundación BBVA ha galardonado a estos dos estadounidenses, expertos en informática y ciencias de la computación, por sus investigaciones fundamentales en el campo del aprendizaje automático. Sus trabajos han permitido avances significativos en áreas como la biometría y la inteligencia artificial, con implicaciones en la seguridad y la economía.
Los costos ocultos del desarrollo de la inteligencia artificial generativa (en inglés, GenAI) van más allá de lo económico o lo medioambiental: también tienen un fuerte impacto social.