Investigadores de la Universidad de Almería, la UNED y la Fundación Cajamar han credo cFertigUAL, una app que ayuda a calcular la cantidad de fertilizantes y agua necesarios en las plantaciones de hortalizas. Este software informático, aún en modo de prueba, permitirá a agricultores y productores comprobar en tiempo real la utilización de recursos hídricos y el empleo de nutrientes en el campo.
Investigadores del grupo ‘Automática, Electrónica y Robótica’ de la Universidad de Almería, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Fundación Cajamar han diseñado y desarrollado una aplicación móvil denominada cFertigUAL para ayudar a calcular la cantidad óptima de fertilizante y riego necesarios en los cultivos de los invernaderos en Almería.
Ideada para sistemas Android, esta herramienta software permitirá a agricultores y productores, así como también a ingenieros agrónomos e investigadores del sector, hacer un uso más responsable de los recursos existentes. Hasta ahora, los cálculos de riego y de aporte de nutrientes para el suelo se hacían en una tabla a mano o en ordenador. El sistema resulta más preciso y además puede ayudar a reducir el potencial de contaminación del agua subterránea causado por el desecho de fertilizantes.
“La concebimos como una guía de trabajo de gran ayuda en el ámbito de la agricultura en invernaderos, donde en la mayoría de los casos el riego es constante y se requiere mayor control. No obstante, también es factible en cultivos convencionales”, explica Jorge Sánchez, uno de los creadores de cFertigUAL e investigador de la Universidad de Almería.
Esta plataforma, aún en fase de prueba, se divide en dos partes. Por un lado, predice la cantidad de agua perdida por transpiración a través de sensores virtuales. Estos monitorizan las condiciones del invernadero y a raíz de esta información establece los requisitos de riego. Por otro lado, establece el total de fertilizantes que deben ser aplicados por cada litro de agua.
Para utilizarla, una vez registrado, cada usuario debe indicar las características básicas de los invernaderos o del cultivo sobre el que quiera obtener información: dimensiones, ubicación y orientación, sistemas de riegos o el número de tanques. Tras completar esta fase, se introducen los datos analíticos: el agua de riego, el ph, las características del suelo y del drenaje. Con todos estos parámetros, el programa realiza unos cálculos en tiempo real y escoge una solución nutritiva ideal.
En este proyecto, publicado en la revista Agricultural Water Management, han trabajado un equipo multidisciplinar de expertos formado por ingenieros agrónomos e informáticos. “Nuestro objetivo es contribuir en la mejora de las labores del campo, en concreto en los invernaderos, y se obtengan mejores resultados empleando menos costes y también menos tiempo. La nuestra es una aplicación interactiva única que utiliza bases de datos internas y externas, permitiendo así llevar un control de varias explotaciones agrícolas de forma simultánea”, detalla.
Además, el sistema está configurado para guardar la información ya registrada. De esta forma, el usuario puede acceder a los datos históricos de tratamientos de riego de una determinada explotación agrícola tantas veces como quiera y desde cualquier lugar, utilizando únicamente un dispositivo móvil. Asimismo, dispone de una base de datos de agricultores con sus correspondientes explotaciones agrícolas y los cultivos asociados a las mismas que puede consultarla cualquier interesado.
Dispositivo multifuncional
A través de esta app se puede obtener información preventiva que ayude a mejorar y optimizar la producción, así como resolver carencias o malas praxis.
Para ello, pone a disposición del interesado la posibilidad de comprobar si en plantaciones ya sembradas se están empleando sistemas de fertirrigación adecuados, es decir, si el suministro de agua y nutrientes es el idóneo dependiendo del tipo de cultivo, las características del suelo y las condiciones de riego. En este sentido, se introducen manualmente todos los datos precisos y se obtiene una solución completa para cada caso.
“En la agricultura, el fertirriego es uno de los métodos más críticos de fijar, porque tanto si se excede como si, por el contrario, no se llega al mínimo, el resultado incide directamente en la producción. Por esto, es vital incorporar nuevas tecnologías como esta herramienta, pensada como sistema de aprendizaje y al mismo tiempo de ayuda a la toma de decisiones”, matiza este investigador. Esta app también incluye la opción de verificar la idoneidad de los sistemas de riego y fertilización empleados.
“Hemos establecido indicadores orientativos que muestran una valoración de cómo se están llevando las técnicas de suministro de agua y fertilizantes. Con un código de colores similar al de un semáforo, en rojo se muestra si existe alguna anomalía, la advertencia en amarillo indica que conviene mejorar algún parámetro y el verde se utiliza para mostrar que los métodos son los adecuados”, clasifica Sánchez.
Otra utilidad que están perfeccionando los creadores de cFertigUAL consiste en indicar las posibles variaciones en las necesidades de riego teniendo en cuenta la predicción meteorológica. “Apoyándonos en las previsiones de la AEMET y utilizando modelos de estimación del agua que pierde la planta tanto a través del suelo como por evaporación, se ofrece una aproximación del agua que se requiere cada día según las condiciones atmosféricas”, detalla este experto.
El desarrollo de esta aplicación móvil se enmarca en el proyecto Controlcrop y está financiado por la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, un proyecto I+D+i del Plan Nacional del Ministerio de Economía y Competitividad, así como Fondos FEDER y en el marco de proyecto IoF2020-Internet of Food and Farms 2020, dentro del Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea.
Referencia bibliográfica:
Pérez-Castro, A.; Sánchez-Molina J.A; Castilla, M.; Sánchez-Moreno, J.; Moreno-Úbeda, J.C.; Magán, J.J.: ‘cFertigUAL: A fertigation management app for greenhouse vegetable crops’ Agricultural Water Management. Volumen 183, Páginas 186–193. 31 de marzo de 2017.