Cada año se producen en el planeta unos 700 millones de infecciones por picaduras de estos animales, de las cuales casi un millón deriva en la muerte de la persona. Un equipo estadounidense ha diseñado una aplicación que cuenta con la colaboración de los usuarios y permite vigilar la ubicación y el desarrollo de los insectos para evitar la transmisión de enfermedades.
Esta es una pregunta que se repite cada verano. La respuesta se puede encontrar en la nueva versión de la aplicación MedusApp, desarrollada por investigadores españoles. La app, que ofrece un mapa en tiempo real, incorpora este año nuevas funcionalidades como la de informar si una playa está libre o no de medusas, o denunciar la presencia de residuos. Desde 2018, ha recibido más de 2.100 avistamientos de medusas.
Un equipo de expertos en inteligencia artificial de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado DeteCCovid, una aplicación web basada en un algoritmo que rastrea los móviles de forma anonimizada para detectar a las personas que han estado próximas a un usuario contagiado con el coronavirus. Además, es capaz de clasificar el grado de riesgo, dependiendo de lo cerca que haya estado y del tiempo de contacto.
La aplicación web rastrea e integra fuentes de información internacionales sobre el SARS-CoV-2, agente causante de la pandemia. Se llama 3DBionotes-Covid-19 y ha sido desarrollada por investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC.
Esta aplicación, desarrollada por investigadores de la Universidad de Cambridge de Reino Unido, utiliza técnicas de aprendizaje automático para ayudar a saber si una persona está afectada por el coronavirus basándose en el sonido de su voz, su respiración y su tos. Los datos solo se utilizarán con fines de investigación y la app no proporcionará ningún tipo de asesoramiento médico, aclaran desde la institución.
Tres tecnólogos españoles están desarrollando una aplicación para móviles que permitirá a la gente mapear los locales de juego de sus barrios. El objetivo es disponer de datos actualizados y dinámicos de estos lugares que están proliferando en las zonas con menos recursos de nuestras ciudades.
Una nueva aplicación desarrollada por investigadores de la Universidad de Málaga permite a pacientes con gran discapacidad motora expresarse a través de un ordenador mediante su actividad cerebral. El sistema recibe e interpreta las señales electroencefalográficas que son generadas ante la presentación de estímulos visuales en forma de letras y las transforma en palabras y sonidos.
Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia y Zaragoza han creado una aplicación de realidad aumentada para el móvil que evalua la memoria espacial, como la que usamos para recordar donde hemos dajado las gafas o las llaves. Se podría usar para analizar y entrenar habilidades vinculadas a esta memoria en enfermos con alzhéimer.
Investigadores de la Universidad de Granada han diseñado un software para dispositivos móviles que permite obtener indicaciones precisas para caminar por una ciudad teniendo en cuenta aspectos como la evitación de escaleras o pendientes. El programa, basado en inteligencia artificial, supone una alternativa idónea para los viajes de personas con movilidad reducida con respecto a otros callejeros digitales actuales a nivel mundial.
La Comisión Europea ha lanzado hoy I-REACT, una app gratuita para que los ciudadanos intercambien información sobre catástrofes como lluvias torrenciales, inundaciones o incendios. Además, informa a los usuarios sobre su grado de exposición a estas amenazas.