Quieren desafiar el duro invierno mesetario. Agricultores y científicos han iniciado un proyecto piloto en Salamanca y Huesca para crear un invernadero que amplíe los periodos de cosecha en provincias frías con un gran número de horas de radiación solar. Se apoyan en la experiencia de Almería y apuestan por cultivos tradicionales y agricultura de proximidad.
Investigadores de la Universidad de Almería, la UNED y la Fundación Cajamar han credo cFertigUAL, una app que ayuda a calcular la cantidad de fertilizantes y agua necesarios en las plantaciones de hortalizas. Este software informático, aún en modo de prueba, permitirá a agricultores y productores comprobar en tiempo real la utilización de recursos hídricos y el empleo de nutrientes en el campo.
Investigadores del grupoAutomática, Electrónica y Robótica de la Universidad de Almería han diseñado un sistema para estimar la transpiración en invernaderos y controlar la dosis de riego. La descripición de la aplicación ha sido publicada en el revsita Sensors.
Investigadores de la Universitat Jaume I (UJI) han demostrado que se puede generar energía con el biosecado (aumento de temperatura por fermentación) de los restos de poda del campus de esta universidad. Se trata de una técnica viable y económica, según sus promotores. El estudio se enmarca dentro de un proyecto del anterior Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) para fomentar la cooperación científica internacional, en el que participa el Instituto Politécnico Nacional de México.
"Hacen falta más formación e información tanto para los empresarios como para los empleados de las empresas que construyen invernaderos en materia de prevención de riesgos laborales. Hay un desconocimiento general de la legislación en materia de prevención de riesgos". Esta es una de las recomendaciones que se desprenden del estudio coordinado elaborado por José Pérez Alonso, profesor de construcciones agrarias del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Almería, y cuyos resultados han publicado recientemente en la revista Safety Science.
El centro de investigación palentino Itagra y la empresa de ingeniería BESEL están inmersos en la elaboración de un proyecto que fue aprobado por el Plan Nacional de Investigación Aplicada Industrial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El objetivo es "la realización de un estudio de viabilidad técnico-económica de un sistema de calefacción mediante el uso de biomasa residual del entorno, que provea de CO2 al invernadero y consiga mejorar el desarrollo de los cultivos incluso en condiciones atmosféricas externas muy desfavorables", señaló uno de los promotores del proyecto, Alberto Sanz Sánchez. Además, se pretende "abaratar costes de producción mediante la sustitución de combustibles convencionales por otros renovables".