Un nuevo estudio expone la importancia de ser responsable al hacer turismo. Utilizar siempre condón y no compartir las jeringuillas son algunas de las consideraciones de este trabajo, publicado hoy en la revista Retrovirology, que afirma que los viajeros y emigrantes de España, Grecia, Portugal y Serbia exportan de forma activa el VIH-1 subtipo B a otros países europeos.
Un equipo internacional de científicos empleó muestras procedentes de 17 países europeos para elaborar un estudio de filogeografía viral del VIH: un patrón geográfico de información genética tomada del virus en distintos lugares que puede usarse para hacer un seguimiento de cómo y cuándo se ha propagado (esta técnica se ha aplicado hace poco al virus de la gripe aviar H5N1).
Los resultados mostraron que el VIH-1 subtipo B es la forma más predominante del VIH que circula por Europa en la actualidad. Austria, Luxemburgo y Polonia son los tres países en los que no se observaba una exportación significativa, mientras que España, Grecia, Portugal y Serbia eran fuentes de propagación del subtipo B a otros países.
“Probablemente, el VIH se propaga desde los destinos de vacaciones populares como España, Grecia y Portugal cuando los turistas infectados allí vuelven a sus países de origen”, explica Dimitrios Paraskevis, autor principal del estudio.
Los virus se mueven de un sitio a otro con los viajeros, que son las fuentes y los receptores principales del VIH. Por ello, según sostienen los investigadores, los programas sanitarios nacionales no solo deberían ir dirigidos a la población nacional, sino que las campañas de prevención también deberían tener como objetivo a emigrantes, viajeros y turistas.
La dispersión del VIH por países
De forma especial, el virus se propagó ampliamente desde Grecia y España a siete y cinco países receptores, respectivamente. Otros países tenían menos receptores: Italia exportaba el VIH a Austria, y Portugal lo pasaba principalmente a Luxemburgo (alrededor del 13% de la población de Luxemburgo es portuguesa)
Otros países como Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo sólo mostraron una exportación reducida del VIH-1 subtipo B, mientras que para Holanda, Israel, Italia, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza los autores concluyeron que había una migración bidireccional significativa.
Para Polonia no se encontró una migración significativa. Sin embargo, la propagación del VIH dentro del país se debe en gran medida a los consumidores de drogas por vía intravenosa, que representan alrededor de la mitad de la población infectada con el VIH.
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Referencia bibliográfica:
Oliver Pybus, Gkikas Magiorkinis, Angelos Hatzakis, Annemarie MJ Wensing, David A van de Vijver, Jan Albert, Guiseppe Angarano, Birgitta Äsjö, Claudia Balotta, Enzo Boeri, Ricardo Camacho, Marie-Laure Chaix, Suzie Coughlan, Dominique Costagliola, Andrea DeLuca, Carlos de Mendoza, Inge Derdelinckx, Zehava Grossman, Osama Hamouda, I M Hoepelman, Andrzej Horban, Klaus Korn, Claudia Kuecherer, Thomas Leitner, Clive Loveday, Eilidh Macrae, I Maljkovic, Laurence Meyer, Claus Nielsen, Eline LM Op de Coul, Vidar Ormaasen, Luc Perrin, Elisabeth Puchhammer-Stöckl, Lidia Ruiz, Mika Salminen, Jean-Claude Schmit, Rob Schuurman, Vincent Soriano, J Stanczak, Maja Stanojevic, Daniel Struck, Kristel Van Laethem, M Violin, Sabine Yerly, Maurizio Zazzi, Charles A Boucher y Anne-Mieke Vandamme. “Tracing the HIV-1 subtype B mobility in Europe: a phylogeographic approach Dimitrios Paraskevis”, Retrovirology, publicado on line.