Un estudio internacional en el que participa la Universidad de Alicante señala que los contaminantes preocupantes pueden dispersarse a través del transporte aéreo, la eliminación incontrolada de basuras e, incluso, con el agua de lluvia que discurre por la superficie de un terreno y llegar hasta los ecosistemas naturales.
Unos se nutren gracias a los frutos y otras logran extenderse a otras regiones. La relación mutualista entre animales y plantas trae beneficios a ambos, pero si la biodiversidad animal desciende, la propagación de semillas podría disminuir hasta tal punto que muchas especies vegetales no podrán resistir la crisis climática.
Las aves migratorias contribuyen a diseminar semillas de plantas a larga distancia, pero la mayoría de árboles y arbustos europeos son esparcidos por latitudes más cálidas al sur, que pronto sufrirán mayores aumentos de temperatura debido a la crisis climática.
Los cocodrilos que habitaban en las costas del norte de África durante el Mioceno tardío se embarcaron a cruzar lo que ahora es la cuenca mediterránea hasta llegar a Europa. Así lo confirma el análisis de los primeros fósiles del género Crocodylus de la península ibérica, hallados en el yacimiento valenciano de Venta del Moro entre 1995 y 2006, y que son descritos ahora por primera vez.
La reconstrucción y análisis de un cráneo fósil, hallado en una cueva griega, revela que los humanos modernos habitaron al sureste de Europa hace 210.000 años, lo que podría demostrar que la salida de África del Homo sapiens se produjo antes de lo que se pensaba. En el mismo yacimiento los científicos han encontrado también un cráneo neandertal de un individuo que vivió hace 170.000 años.
Los restos de una antigua ballena cuadrúpeda originaria del sur de Asia han aparecido por primera vez en la costa de Perú. La forma de sus huesos sugiere que los ancestros de los actuales cetáceos podían caminar y nadar de manera similar a la de una nutria. El hallazgo revela nuevos datos sobre las migraciones y la evolución de estos animales.
Un equipo internacional de científicos, liderado por un centro español, ha logrado demostrar que el tamaño del plancton marino es clave para su dispersión y distribución global. El hallazgo es relevante ya que el plancton es la base de la cadena alimentaria en el mar, produce el 50% del oxígeno que respiramos y a la vez retira CO2 de la atmósfera. Estas funciones dependen de la distribución de las diferentes especies que componen el plancton y del tamaño de los organismos.
Investigadores de la Universidad de Málaga han diseñado un entorno virtual para visualizar las operaciones de robots olfativos que detectan escapes de gases y ver como estos fluidos se dispersan. Así se recrean las condiciones reales de espacios cerrados, como oficinas, y se puede planificar la actuación de estos dispositivos robóticos.
Para el desarrollo de nuevas tecnologías o la producción de energías renovables se utilizan elementos químicos novedosos. Un equipo de investigación, que cuenta con la participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha detectado focos de contaminación puntuales pero no una dispersión generalizada de esos elementos.
En las copas de los árboles al sur de Marruecos no solo se aprecian pájaros, algunas cabras, protagonistas de #Cienciaalobestia, pueden hábilmente trepar hasta lo más alto en busca de hojas y frutos. Un equipo español de científicos demuestra ahora que esta actividad, lejos de perjudicar a los arganes, muy explotados en la región, en realidad beneficia a esta especie vegetal, porque las cabras escupen las semillas en lugar de ingerirlas.