El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) ha editado la Estrategia para la conservación de la focha moruna en España, que recoge las líneas básicas de actuación para la recuperación y conservación de esta especie amenaza en España. El manual servirá de referencia en la elaboración de los planes de actuación de las comunidades autónomas para la preservación de la especie.
La Estrategia para la conservación de la focha moruna en España, elaborado por el Grupo de Trabajo de la focha moruna de la Subdirección General para la Biodiversidad, apunta que el principal núcleo de población no amenazado de la focha (Fulica cristata) se extiende por África oriental y meridional, con una población estimada de 50.000 ejemplares. Sin embargo, el Mediterráneo occidental acoge a una pequeña población que comprende unos 5.000 ejemplares.
En la Península Ibérica la población de focha moruna está muy reducida. Según los expertos, su distribución potencial abarca Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
El nuevo manual ofrece un diagnóstico de la situación de esta especie, y señala que es una de las aves acuáticas más amenazadas de Europa, por lo que figura en el anexo I de la Directiva europea de Aves y en el anexo II del Convenio de Berna.En España, la Focha moruna está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en los catálogos regionales de Castilla-La Mancha, Andalucía y Valencia.
Amenazas del ave
La supervivencia de esta ave se ve afectada por la degradación de su hábitat (procesos de colmatación de marismas y lagunas, cambios en el régimen hidrológico de los humedales y sobreexplotación de los recursos hídricos), y por la caza ilegal accidental (los cazadores confunden la focha moruna con la focha común que sí se puede cazar).
El libro presenta una serie de recomendaciones para llevar a la focha moruna a un estado de conservación favorable: conservación y mejora de su hábitat en los humedales, eliminación de la mortalidad por causas no naturales, incremento de la productividad anual de la especie, y establecimiento de un programa de seguimiento de la evolución y estado de la población.
El documento también describe las directrices de conservación, a través de una serie de medidas concretas para la protección de la especie y la gestión del hábitat, indicaciones para la cría en cautividad y su posterior reintroducción, pautas para el seguimiento de la población y criterios de investigación y divulgación.