En España hay unas 700.000 personas con alzhéimer de las que hasta 200.000 podrían estar sin diagnosticar. En el mundo, esta cifra sube hasta los 47,5 millones, según la Organización Mundial de la Salud. Ahora, investigadores estadounidenses han demostrado que un medicamento ya utilizado para tratar la artritis reumatoide puede revertir disfunciones observadas en esta enfermedad neurodegenerativa en ratones.
El alzhéimer es la forma más común de demencia y su característica más representativa es la pérdida de memoria, aunque produce otros síntomas que impiden el desarrollo de las actividades cotidianas. Pese a los esfuerzos de los investigadores, esta enfermedad neurodegenerativa continúa sin tratamiento eficaz. Sin embargo, un equipo científico del Instituto Gladstone (San Francisco, EE UU) ha descubierto que el salsalate, un medicamento antiinflamatorio utilizado para tratar la artritis reumatoide, es capaz de revertir disfunciones relacionadas con la proteína tau en ratones a los que se indujo demencia frontotemporal (DFT).
Según el estudio, publicado la revista Nature Medicine, el salsalate previene la acumulación de tau en el cerebro y lo protege contra deficiencias cognitivas similares a las presentes en la enfermedad de Alzheimer o la DFT.
Mediante la administración de este fármaco, los expertos lograron disminuir los niveles de la proteína tau –cuya modificación está implicada en la formación de estructuras aberrantes en el cerebro–, lo que se tradujo en una reducción en las deficiencias de la memoria. Además, observaron que protege contra la atrofia del hipocampo, una región del cerebro esencial para la formación de la memoria que se ve afectada por la demencia.
“Por primera vez, hemos realizado un acercamiento farmacológico que revierte todos los aspectos de la toxicidad de la proteína tau”, afirma Li Gan, coautor del estudio e investigador del Instituto Gladstone. “Los profundos efectos protectores del salsalate se lograron incluso cuando fue administrado después de que la enfermedad comenzase, lo que indica que podría ser una opción efectiva de tratamiento”, destaca.
Al investigar cerebros post mortem con la enfermedad de Alzheimer, el equipo de Gan descubrió que la acetilación de tau es uno de los primeros signos de la patología, incluso antes de que los ovillos neurofibrilares sean detectados.
Prevenir la pérdida de neuronas
Los científicos comprobaron que el salsalate puede inhibir la enzima p300 en el cerebro, que muestra valores altos en el alzhéimer y es culpable de desencadenar la acetilación. Los autores indican que bloquear la acetilación de tau reduce de manera eficaz el nivel de esta proteína en el cerebro, lo cual revierte las deficiencias de la memoria causadas por esta enzima y previene la pérdida de neuronas.
“Captar la acetilación de tau podría ser una nueva estrategia contra patologías como la enfermedad de Alzheimer y la DFT”, explica el coautor del trabajo Eric Verdin. “Dado que el salsalate ya ha probado ser seguro en pacientes, creemos que puede tener aplicaciones clínicas inmediatas”, concluye.
Los autores señalan que un estudio clínico para reducir los niveles de tau en parálisis supranuclear progresiva, otra condición neurológica en la que interviene tau, ya se ha iniciado.
Otro trabajo de la Universidad Médica de Saitama (Japón), publicado esta semana en la revista de acceso abierto Heliyon, afirma que el donepezil, el medicamento más común para tratar el alzhéimer, no solo mejora la función cognitiva sino que aumenta la densidad ósea, reduciendo el riesgo de sufrir una fractura, algo habitual en las primeras fases de esta dolencia.
“El donepezil inhibe directamente la producción de osteoclastos y por lo tanto aumenta la masa ósea in vivo”, afirma Tsuyoshi Sato, autor del estudio. “Resulta muy sorprendente, ya que el donepezil controla directamente la molécula que es responsable de que los macrófagos se conviertan en osteoclastos”, ha comentado a Sinc.
Los autores del estudio analizaron la actividad del medicamento in vitro con células de médula de ratón y descubrieron que la medicación anulaba los efectos de la enzima acetilcolinesterasa. Esta enzima aumenta la producción de osteoclastos, célula que participa en la degradación de la masa ósea.
“Creemos que el donepezil puede mejorar la función cognitiva y aumentar la masa ósea, lo que la convierte en una medicina muy útil para pacientes con demencia y osteoporosis”, afirma Sato. “Desde el punto de vista de la economía médica, este doble propósito podría reducir el coste de tratar estas enfermedades”.
De momento, el estudio ha sido realizado con ratones, pero Sato afirma que el salto al ensayo clínico en pacientes se producirá dentro de poco. “Nuestros descubrimientos son muy prometedores e indican que hay un papel para el donepezil en el aumento de la masa ósea en pacientes mayores con inflamación y demencia”, concluye.