Hace un año, durante los Juegos de Londres 2012, y en el periodo de preparación previa, científicos de varios centros, entre ellos la Universidad Ramón Llull, hicieron un seguimiento de las lesiones de los deportistas paralímpicos. Con su estudio, de aplicación clínica directa, esperan mejorar la prevención de lesiones en deportes de verano e invierno.
Perderse unos juegos olímpicos por culpa de una lesión o de una enfermedad puede ser la debacle para un atleta que ya ha llegado al nivel más alto en el ámbito deportivo. Para los paralímpicos también.
Ahora, con el objetivo de mejorar la seguridad de los deportistas con discapacidad de todo el mundo, un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine analiza las lesiones y enfermedades de 3.565 atletas de 160 delegaciones que compitieron en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
“Es la primera vez que en el movimiento paralímpico, a través del Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés), se realiza un estudio epidemiológico prospectivo a gran escala para los atletas de élite con discapacidad”, señala a SINC uno de los autores, Josep Oriol Martínez Ferrer, de la Universidad Ramón Llull, que fue responsable médico del IPC en los Juegos de Londres.
El autor principal del artículo, Stuart Willick, de la Universidad de Utah, explica a SINC que “esta información dará a los médicos una mejor comprensión de las condiciones músculo-esqueléticas durante los eventos deportivos”. Además, identificar los mecanismos de las lesiones y los factores de riesgo asociados ayuda a desarrollar estrategias de prevención, y mejora la capacidad de los equipos médicos para tratar a sus deportistas.
“Por ejemplo, en un equipo con 100 atletas paralímpicos que viaje a un evento de 10 días, sus responsables médicos podrán anticipar que habrá 12 o 13 lesiones, la mitad de las cuales serán agudas”, subraya Martínez Ferrer.
Con información obtenida de dos bases de datos –una del comité organizador, y otra de los equipos médicos individuales–, los investigadores comparan la incidencia y características de las lesiones según el sexo, la edad, el deporte y la discapacidad, durante la preparación y en la competición.
Así, por ejemplo, han detectado que los que practican baloncesto tienden a dañarse el hombro, mientras que los atletas invidentes sufren más lesiones de cintura para abajo. El sexo del atleta no importa a la hora de lesionarse, pero la edad sí: cuanto más jóvenes, menos lesiones.
Los números no varían mucho en el periodo de competición oficial y el de preparación. Además, más de la mitad de las lesiones eran de tipo agudo, y en su mayoría relacionadas con hombro, codo, muñeca y mano.
Los deportes con mayor incidencia de lesiones son el fútbol 5, el levantamiento de pesas, la esgrima en silla de ruedas y el rugby en silla de ruedas. Los más seguros son el tiro olímpico, el remo y la vela.
La tasa de incidencia de lesiones, ligeramente más alta que en los deportistas de élite sin discapacidad, fue de 12,7 por cada 1.000 atletas y día, muy similar a la tasa de enfermedades (13,2 por cada 1.000 atletas y día). Las enfermedades más frecuentes se relacionan con las vías respiratorias, la piel, el aparato digestivo, el nervioso y el genitourinario.
“Si la composición del equipo incluye a los deportistas que participan en deportes de alto riesgo, es probable que el equipo vaya a sufrir más lesiones. El médico del equipo debe estar preparado para diagnosticar y tratar un alto porcentaje de lesiones de los miembros superiores, y enfermedades a tratar según las características de las discapacidades de los deportistas que lo componen”, indica Martínez Ferrer.
Un futuro más seguro
Según el médico español, “actualmente el Comité Médico del IPC está correlacionando los datos con más detalle para determinar factores que predispongan o desencadenen lesiones según las discapacidades de los atletas y los deportes que practican”.
El IPC va replicar este proyecto, a través de su Comité Médico, en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Sochi 2014, y la propuesta se trasladará posteriormente a los organizadores de los Juegos de Río 2016.
Willick añade que ahora están mejorando la metodología de recogida de datos para los Juegos Paralímpicos de Invierno de Sochi 2014: “Estamos trabajando en cómo hacer preguntas de tal manera que obtengamos más información útil sobre los factores que causan las lesiones”. Para el científico, “este es un proyecto en curso y a largo plazo”.
Referencia bibliográfica:
Willick, S., Webborn, N., Emery, C., Blauwet, C., Pit-Grosheide, P., Stomphorst, J. Van de Vliet, P., Patino Marques, NA, Martínez-Ferrer O., Jordaan, E., Derman, W., y Schwellnus, M. (2013). “The epidemiology of injuries at the London 2012 Paralympic Games”. British Journal of Sports Medicine, 47, 426-432.