Telescopios y una lente cósmica para observar la fusión de dos galaxias en el universo temprano

Utilizando una combinación de telescopios en tierra y en el espacio, un equipo internacional de astrónomos ha obtenido la mejor imagen de una colisión entre dos galaxias que aconteció cuando el universo tenía sólo la mitad de su edad actual. Para ello, los investigadores se han valido de una 'lupa' del tamaño de una galaxia para revelar detalles de otro modo invisibles.

La imagen de la fusión, que combina las vistas desde el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA y el telescopio Keck II en Hawái. / ESO-NASA-ESA-W. M. Keck Observatory
La imagen de la fusión, que combina las vistas desde el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA y el telescopio Keck II en Hawái. / ESO-NASA-ESA-W. M. Keck Observatory

Sherlock Holmes utilizaba una lupa para revelar evidencias apenas visibles pero importantes para resolver sus casos. Los astrónomos parecen haberle imitado; ahora están combinando el poder de muchos telescopios basados en tierra y en el espacio con una lupa infinitamente más grande: una lente cósmica para estudiar un caso de formación estelar en el universo temprano.

Nuestra capacidad para ver el detalle se ve enormemente mejorada por lentes naturales, creadas por el universo

"Mientras los astrónomos a menudo se ven limitados por la potencia de sus telescopios, en algunos casos, nuestra capacidad para ver el detalle se ve enormemente mejorada por lentes naturales, creadas por el universo", explica el autor principal del estudio, Hugo Messias, de la Universidad de Concepción (Chile) y el Centro de Astronomía y Astrofísica da Universidad de Lisboa (Portugal). "Einstein predijo en su teoría de la relatividad general que, dada suficiente masa, la luz no viaja en línea recta, sino que se dobla de forma similar a la luz refractada por una lente normal".

Estas lentes cósmicas son creadas por enormes estructuras como galaxias y cúmulos de galaxias, que desvían la luz de los objetos que hay detrás de ellos debido a su fuerte gravedad –un efecto denominado de lente gravitacional o gravitatoria–. Las propiedades de este efecto lupa permiten a los astrónomos estudiar objetos que no serían visibles de otro modo y comparar directamente las galaxias locales con otras mucho más remotas, vistas cuando el universo era considerablemente más joven.

Lentes gravitacionales

Pero para que estas lentes gravitacionales funcionen, la galaxia que hace de lente y la que se encuentra detrás, alejada, deben estar alineadas de un modo muy preciso.

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"Estas alineaciones casuales son muy raras y tienden a ser difíciles de identificar", añade Hugo Messias, "pero estudios recientes han demostrado que mediante la observación en longitudes de onda del infrarrojo lejano y el rango milimétrico, podemos encontrar estos casos de una forma mucho más eficiente".

La galaxia que ejerce de lente es una galaxia con el disco de canto –similar a la nuestra, la Vía Láctea

Uno de estos casos es del de la galaxia H-Atlas j142935.3-002836. Aunque muy débil en las imágenes de luz visible, es una de las lentes gravitatorias más brillantes del infrarrojo lejano encontrada hasta el momento, aunque lo estamos viendo en un momento en el que el universo tenía sólo la mitad de su edad actual.

En el límite de lo posible

Sondear este objeto estaba en el límite de lo posible, por lo que el equipo internacional de astrónomos comenzó una extensa campaña de seguimiento con los telescopios más potentes –tanto en tierra como en el espacio– incluyendo el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA, el ALMA, el Observatorio Keck, o el conjunto Karl Jansky Very Large Array (JVLA). Los diferentes telescopios proporcionaron diferentes puntos de vista, que se combinaron para obtener la mejor imagen de este inusual objeto.

El sistema de estas dos galaxias en colisión se asemeja a un objeto que está mucho más cerca de nosotros: las Galaxias Antena. Se trata de una espectacular colisión entre dos galaxias que se cree que han tenido una estructura de disco en el pasado. Pero mientras que estas forman estrellas a un ritmo de sólo unas pocas decenas de la masa de nuestro Sol cada año, en el mismo tiempo H1429-0028 convierte una masa de gas de más de 400 veces la masa del Sol en nuevas estrellas.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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