Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un sismómetro de fondo oceánico asociado a un sistema de adquisición y almacenamiento de datos en tarjetas de memoria CompactFlash como las utilizadas en las cámaras digitales comerciales. El bajo consumo de la herramienta favorece su autonomía durante dos meses en profundidades de hasta 6.000 metros.
Un equipo de investigadores ha presentado en la revista IEEE Transactions on instrumentation and measurement un nuevo sismómetro de fondo oceánico (OBS, por sus siglas en inglés). El bajo consumo de sus baterías hace que el aparato pueda seguir los temblores de tierra mediante técnicas de sísmica pasiva durante largos periodos continuados en la profundidad del mar.
“Hasta hace poco, los OBS tenían un periodo de autonomía de 15 días o un mes, pero este modelo aguanta hasta dos meses recogiendo datos”, explica a SINC Shahram Shariat Panahi, uno de los autores de la investigación y científico en el Departamento de Ingeniería Electrónica de la UPC.
El sismómetro se ha probado ya en las aguas de Tarragona y de Vigo con una profundidad de 1000 metros, pero es capaz de soportar las presiones existentes en las fosas marinas, a 6000 metros bajo la superficie del océano. En las pruebas se distribuyeron sobre el fondo marino 20 equipos que recopilaron informaciones del grosor de cada capa del fondo y del material con que están hechas, hasta una profundidad de 40 kilómetros.
La potencia de la sísmica activa
Un cañón de aire comprimido simula cada cierto tiempo pequeños temblores artificiales en forma de ondas acústicas que se reflejan y refractan en las diferentes capas del fondo marino, y que luego son recogidas por los sensores de los OBSs. El sismómetro convierte la señal analógica recibida en datos digitales que se almacenan en tarjetas de memoria.
El buen rendimiento del sismómetro se debe también a su tamaño reducido, a su bajo peso, al bajo nivel de ruido de la electrónica y al uso de tarjetas de memoria CompactFlash, similares a las comerciales, que sustituyen a los discos duros y recopilan información con un almacenamiento de 56 GB.
Actualmente los investigadores están desarrollando diez OBS más con los que pretenden conseguir una autonomía de seis meses. Este proyecto, que conllevará nuevas pruebas en las costas españolas, durará dos años y utilizará el nuevo diseño en campañas de sísmica de refracción en el fondo marino.
-----------------------------------------------
Referencia bibliográfica:
Shahram Shariat Panahi, Sergi Ventosa, Javier Cadena, Antoni Mànuel-Làzaro,
Antoni Bermúdez, Valentí Sallarès, Jaume Piera. “A Low-Power Datalogger Based on CompactFlash Memory for Ocean Bottom Seismometers”. IEEE Transactions on instrumentation and measurement 57 (10): 2297-2303, 2008.
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.