Uno de los secretos evolutivos del éxito de los tiburones se oculta en uno de sus rasgos más pequeños: las escamas flexibles que recubren su cuerpo. Según un estudio estadounidense, estas escamas les convierten en mejores cazadores, porque les permiten cambiar de dirección mientras se mueven a gran velocidad.
La clave reside en que estas escamas controlan la separación del flujo de agua en torno a los cuerpos de los escualos. Según Amy Lang, investigadora de la Universidad de Alabama (EE UU) que ha presentado el trabajo en el encuentro anual de la División de Estudios sobre Dinámicas de Fluidos de la Sociedad Física Americana en California, “la separación del flujo es un tema de gran relevancia en sistemas y casos como el diseño de aeronaves, porque tiende a crear vórtices que obstaculizan la estabilidad y la velocidad”.
“En la naturaleza, si nos fijamos en las superficies de la piel de los animales, veremos que no son suaves. Presentan patrones repetitivos. ¿Por qué? Una aplicación común que tiene la presencia de patrones sobre una superficie es la de controlar los flujos; pensemos en cómo es la superficie de una pelota de golf, gracias a la cual la bola puede llegar más lejos. Creemos que las escamas de los tiburones, que son capaces de nadar muy rápido, sirven a un propósito similar, para controlar la separación del flujo”, señala Lang.
El tiburón y el secreto de sus escamas
El equipo de investigación se basó en mediciones experimentales y modelos de escamas de tiburones para descubrir que las bases de las escamas de los tiburones mako o de aleta corta (Isurus oxyrinchus) son más estrechas en el punto donde se unen con la piel que en su parte superior.
Esta silueta en forma de cuña hace posible que las escamas, denominadas dentículos, se puedan disponer fácilmente adoptando ángulos de 60 grados o más, lo que las dota de la capacidad de movimiento denominada “erizamiento de los dentículos”.
Estos dentículos flexibles sólo están presentes en las zonas del cuerpo donde es más probable que se produzca la separación del flujo, como detrás de las agallas, en los laterales del cuerpo. Según los investigadores, el erizamiento es probablemente el mecanismo responsable de la capacidad del tiburón mako para separar del flujo.
“A medida que profundizamos en la investigación, imaginamos posibles aplicaciones del control de la separación de flujo en el diseño de aeronaves, helicópteros, turbinas de aerogeneradores... cualquier elemento para el cual la separación del flujo tenga relevancia”, asegura la investigadora.