La sonda Rosetta ha retransmitido a la Tierra las imágenes que su módulo de aterrizaje Philae captó este miércoles mientras bajaba al cometa 67P/CG. El descenso duró siete horas y culminó con éxito, aunque los científicos de la Agencia Espacial Europea estudian ahora las consecuencias de que no se dispararan los arpones de anclaje de la nave.
El instrumento ROLIS del módulo de aterrizaje de Philae fotografió al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko según descendía el robot a su superficie. Una de las primeras imágenes que envió a la Tierra fue tomada a una distancia de unos 3 kilómetros, y el lugar de aterrizaje se captó con una resolución de aproximadamente 3 metros por píxel.
Philae ha viajado una década a bordo del orbitador Rosetta hasta llegar a su destino. Este miércoles los técnicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) lograron aterrizarlo en su objetivo, en lo que constituye el primer ‘cometizaje’ en la historia de la exploración espacial.
Después de esperar a que el módulo descendiera durante siete horas, la señal que confirmó el éxito del aterrizaje llegó a las 17:03h (hora peninsular española) a las estaciones terrestres de la ESA en Malargüe (Argentina) y de la NASA en Robledo de Chavela, en Madrid.
Los responsables de la misión la han calificado como "un éxito e histórica”, aunque ha surgido un problema con los arpones de anclaje, que no se han disparado, por lo que los técnicos e ingenieros de la agencia espacial europea analizan ahora las consecuencias y buscan soluciones.