Las variaciones ínfimas en una proteína podrían estar detrás de la extraña capacidad que tienen algunas personas para controlar la infección por VIH sin necesidad de medicación. Así lo indica un estudio, publicado en el último número de la revista Science, que revela cómo dichas variaciones repercuten en la efectividad de la respuesta inmunitaria.
"De entre los tres mil millones de nucleótidos que contiene el genoma humano, únicamente un puñado de ellos son decisivos para determinar quiénes son capaces de conservar su salud a pesar de la infección por VIH y aquéllos que, sin tratamiento, desarrollarán el sida", explica Bruce Walker, autor principal del artículo y director del Instituto Ragon (EE UU).
El equipo internacional de científicos ha descrito diferencias en cinco aminoácidos de una proteína denominada HLA-B, que se asocian con la capacidad de los individuos infectados por VIH para controlar (o no) los niveles de presencia del virus, exclusivamente por medio de su sistema inmunitario.
"Comprender dónde radica esta diferencia nos permitirá dominar el sistema inmunitario para que se defienda del VIH", subraya Walker.
Durante casi dos décadas se ha sabido que una reducida minoría (alrededor de una de cada 300 personas) de los individuos infectados por VIH muestran una capacidad natural para suprimir la replicación vírica por medio de su sistema inmunitario, lo que limita la carga viral y la mantiene en niveles extremadamente bajos.
Con el fin de identificar las diferencias genéticas que podrían ser responsables de esta capacidad tan infrecuente, Florencia Pereyra, coautora e investigadora también en el Instituto Ragon, lideró en 2006 el estudio internacional sobre los controladores del VIH con el objetivo de reunir a 1.000 individuos. En 2008 se amplió hasta los 2.000 controladores. Hasta la fecha, se han registrado más de 1.500.
Desvelar los secretos del VIH
“Saber cómo se genera una respuesta inmunitaria eficaz contra el VIH es un paso importante para la replicación de dicha respuesta por medio de una vacuna”, añade Walker. “Aún queda mucho camino por recorrer antes de traducir estos conocimientos en un tratamiento para los pacientes infectados y en una vacuna para prevenir la infección, pero ya estamos un paso más cerca, nada menos".
La investigación comenzó con un estudio de asociación del genoma completo (GWAS, por sus siglas en inglés) de casi 1.000 controladores y 2.600 individuos que presentaban una infección por VIH progresiva. El GWAS, que examina variaciones en un millón de puntos del genoma humano, identificó unas 300 posiciones asociadas con el control inmunitario del VIH, situadas en regiones del cromosoma 6, que codifican las proteínas HLA.
"Nuestro trabajo pone de manifiesto que los cinco aminoácidos de la proteína HLA-B, relacionados con las diferencias en el control de los virus, podrían suponer una diferencia crucial en la capacidad del individuo para controlar el VIH, al modificar cómo presenta la proteína HLA-B los péptidos del virus ante el sistema inmunitario", explica de Paul de Bakker, coautor principal e investigador del Instituto Broad (EE UU).
Los investigadores resaltan que estos hallazgos no hubiesen sido posibles sin la participación de cientos de individuos controladores de VIH. "El entusiasmo entre los pacientes que se han apuntado y entre los organismos que prestan atención a los portadores e infectados por VIH que los han remitido ha sido asombroso", concluye Pereyra.
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Referencia bibliográfica:
The International HIV Controllers Study. "The Major Genetic Determinants of HIV-1 Control Affect HLA Class I Peptide Presentation". Science, 5 de noviembre de 2010.
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