Un nuevo tipo de resina que se autorrepara ha sido desarrollada y patentada por un equipo de la Universidad de Alicante. Si se corta con una tijera por la mitad y se pone en contacto de nuevo, tras 10 o 15 segundos, el nuevo material se une sin necesidad de utilizar ningún adhesivo o estimulación externa. Los investigadores señalan que podría aplicarse en campos como la medicina, la cosmética, la industria aeroespacial y la automoción.
Investigadores del Laboratorio de Adhesión y Adhesivos de la Universidad de Alicante ha desarrollado un material polimérico flexible capaz de autorrepararse. El material, de un tipo de resina transparente, tiene la propiedad de repararse por sí solo
El material, cuya fórmula fue patentada el pasado junio, es un tipo de resina desarrollada por el catedrático de Química Inorgánica José Miguel Martín, el ingeniero químico e industrial José Antonio Jofre y el químico Andrés Jesús Yáñez, del citado laboratorio.
Este nuevo componente es “enormemente versátil“, indica José Miguel Martín, y podría tener aplicaciones concretas en numerosas industrias, como la automoción, médica, textil, pinturas, cosmética e, incluso, para la aeroespacial por su capacidad de autoregeneración”.
Se repara solo porque, si se rompe o corta por la mitad y se vuelve a poner en contacto, en 10 o 15 segundos, queda completamente unido sin mediar ningún otro producto aditivo o ser objeto de estimulación externa (normalmente calor).
De esta manera, se arreglaría casi inmediatamente el elemento utilizado, ya fuera médico –como un catéter o una prótesis– o en piezas de un satélite en el espacio, explica el investigador.
Actúa mediante un proceso físico (no químico) que se puede repetir cuantas veces sea necesario con la misma eficacia y, según Martín, "el hecho de que esta autoreparación se dé igualmente fuera o dentro de un fluido aporta una característica excepcional que no se había observado en ningún otro material conocido".
De izquierda a derecha, José Solla-Gullón, Roberto Martínez y Francisco José Vidal Iglesias, integrantes del equipo de la UA investigadores de la UA. / EFE
Elástico y con memoria de forma
Además, es elastomérico (puede estirarse hasta mil veces sin romperse) y tiene memoria de forma, lo que hace que a los minutos de ser deformado vuelva por sí solo al estado original, según señala el doctor Jofre, quien cree que, por ejemplo, sería útil en parachoques de vehículos porque, tras el impacto del golpe, regresaría a su fisonomía poco después.
Entre las valiosas particularidades del nuevo material está que carece de reacción química, lo que evita su alteración y, además, lo convierte en biocompatible para fines médicos, sin rechazo por el cuerpo, y de esta forma se amplía el abanico de aplicaciones.
Autoregeneración en un medio fluido
“Desde el punto de vista científico tiene una relevancia extraordinaria al ser un desarrollo innovador y con futuro. Hay grupos de Estados Unidos que han conseguido materiales con algunas de estas propiedades pero ninguna con todas ellas y, sobre todo, con la capacidad de autoregeneración en un medio fluido”, destaca Martín.
El hallazgo de la formulación para conseguir un material tan polivalente se produjo de manera casua” hace poco más de un año al realizar una investigación con otro fin encargada por una empresa multinacional al Laboratorio de Adhesión y Adhesivos.
Los investigadores vieron que, tras medir las propiedades mecánicas a las piezas del material desarrollado, estas volvían a regenerarse tras haber sido fracturadas y deformadas, siendo difícil diferenciar, pasadas unas horas, las piezas que se habían ensayado de las que no.
Esta observación hizo a Martín, Jofre y Yáñez abrir una nueva línea de investigación para profundizar en el mecanismo responsable de estas propiedades tan extraordinarias.
En el Laboratorio de Adhesión y Adhesivos se están estudiando nuevas investigaciones que desarrollen las potenciales aplicaciones de este material.
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