Astrónomos de todo el mundo, utilizando telescopios situados tanto en la Tierra como en el espacio, han conseguido observar la imagen detallada de la mayor explosión de rayos gamma vista hasta ahora, lo que les ha proporcionado gran cantidad de información sobre el proceso de explosión de las estrellas. Las observaciones revelan que los chorros de esta explosión, denominada GRB 080319B, apuntaban casi directamente a la Tierra.
GRB 080319B fue tan intensa que, a pesar de haberse producido en la otra mitad del Universo, pudo observarse brevemente a simple vista. En un documento publicado en el número del 11 de septiembre de la revista Nature, Judith Racusin, de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.), y un equipo de 92 coautores, informan de observaciones en todo el espectro electromagnético, que se iniciaron 30 minutos antes de la explosión, y que continuaron después de ella durante meses.
“Nuestra conclusión es que el extraordinario brillo de la explosión surgió de un chorro que lanzó material apuntando casi directamente a la Tierra, a velocidades próximas a la de la luz –la diferencia es de sólo una parte en 20.000-” ha dicho Guido Chincarini, de la Universidad de Milano Bicocca y uno de los miembro del equipo.
Las explosiones de rayos gamma son las más luminosas del Universo. Al colapsar una estrella, crea un agujero negro o una estrella de neutrones que, mediante un proceso que no se comprende completamente, impulsa potentes chorros de gas hacia el exterior. Al ser lanzados hacia el espacio, los chorros inciden en masas de gas lanzadas previamente por la estrella y las calientan, generando brillos posteriores de gran intensidad.
El equipo cree que el chorro dirigido hacia la Tierra contenía un componente ultra-rápido con una desviación de sólo 0,4 grados (ligeramente más pequeño que el tamaño aparente de la luna llena). Dicho chorro está contenido en otro de energía ligeramente inferior, pero 20 veces más ancho.
El componente ancho es más habitual en otras explosiones. “Quizás todas las explosiones de rayos gamma presentan un chorro estrecho, pero los astrónomo no lo detectan en la mayoría de las ocasiones”, ha dicho Stefano Covino, otro miembro del equipo de la universidad italiana. “Tuvimos la suerte de ver este monstruo por el tubo de su estrecho y potente chorro, y la probabilidad de que se produzca esta alineación casi completa es de una cada década”, ha añadido su colega Cristiano Guidorzi.
GRB 080319B fue detectada por el satélite Swift (de la NASA, STFC y ASI), en una zona de la constelación de Boötes. Un gran número de telescopios terrestres reaccionaron rápidamente para estudiar este nuevo objeto en el cielo, entre los que estaba el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio del Sur Europeo (ESO), que fue el primero en calcular la distancia a la que se encuentra el objeto: 7.500 millones de años luz. La luz visible de la explosión fue detectada por numerosas cámaras de campo amplio de todo el mundo, montadas en telescopios que monitorizan constantemente un porcentaje importante del cielo. Una de ellas es la cámara TORTORA, montada en el telescopio de 0,6 metros REM del observatorio de La Silla (Chile) del ESO.
Las imágenes de alta velocidad de TORTORA proporcionan la visión más detallada obtenida hasta ahora en el espectro visible de una explosión inicial de rayos gamma. "Hemos esperado mucho tiempo esto" ha dicho el investigador senior de TORTORA Grigory Beskin, del Special Astrophysical Observatory, en Rusia . Los datos recopilados simultáneamente por TORTORA y por el satélite Swift han permitido a los astrónomos explicar las características de esta explosión.
Referencia bibliográfica:
Racusin, J. L. et al. 2008, "Broadband observations of the naked-eye gamma-ray burst GRB 080319B", Nature, 11 Sept.2008
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