Científicos españoles han revisado restos fósiles de un espécimen de capitosaurio y han descubierto que posee características particulares, distintas a ninguna otra especie similar lo que les ha llevado a bautizarlo de nuevo como Calmasuchus acri.
El capitosaurio, también llamado laberintodonte del Montseny, fue un anfibio que habitó en la comarca barcelonesa del Vallès hace unos 240 millones de años.
Un estudio, publicado recientemente en la revista Acta Paleontológica Polonica, muestra que las características de los fósiles recuperados de este tipo de espécimen no se ajustan a ninguna especie de capitosaurio conocida. Por este motivo los autores le han bautizado con un nuevo género y especie, Calmasuchus acri.
El trabajo revisa esta descripción estudiando restos recuperados en el parque natural de Montseny, en Barcelona en los años 90 y nuevos restos inéditos recuperadas en excavaciones más recientes realizadas en el año 2008.
El espécimen analizado medía un metro y medio de largo y tenía un cráneo de cuarenta centímetros de longitud. Los investigadores le han nombrado así por el Pla de la Calma, topónimo de la localidad donde se encuentra el yacimiento de La Móra, y por la dureza de la matriz en la que se encontraban incrustados los fósiles.
Los restos se asignaron inicialmente al género Parotosuchus. Los laberintodontes reciben este nombre por la estructura interna de sus dientes, que parece un laberinto. Más adelante, este grupo de anfibios han pasado a llamarse capitosaurios.
Los científicos han estudiado las relaciones de parentesco y han concluido que el grupo de los capitosaurios tiene siete nuevos rasgos evolutivos compartidos por al menos dos miembros de este grupo. Además, sitúan los géneros Cyclotosaurus-Tatrasuchus (conocidos en Alemania y Polonia) y Eryosuchus-Mastodonsaurus (conocidos en Rusia y Alemania) como los taxones más cercanos a Calmasuchus.
El trabajo, en el que han participado Josep Fortuny y Ángel Galobart del Institut Català de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y Carlos de Santisteban de la Universidad de Valencia, se basa en los datos de 26 especies diferentes, entre los que hay especímenes de todo el mundo, pertenecientes al grupo de los capitosaurios y su grupo hermano los trematosaurios.
El análisis de estas especies y de los datos morfológicos mostraron que el ancestro de todos los capitosaurios es una forma que vivió en Rusia a principios del período Triásico. Por su parte, el capitosaurio del Montseny se encuentra emparentado con formas europeas, siendo el género Parotosuchus un posible antecesor de Calmasuchus. Los capitosaurios fueron muy abundantes durante el Triásico de todo el mundo, pero este es el único recuperado en la Península Ibérica.
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