Investigadores del Grupo de Biotecnología de Microalgas marinas de la Universidad de Almería han desarrollado un procedimiento para obtener microalgas que aumenta la producción de biomasa rica en grasas poliinsaturadas, de interés para alimentar a especies acuícolas. La técnica incluye la adición de fertilizantes y la reutilización de agua portadora de nutrientes.
Un nuevo proceso de obtención de microalgas ha sido ideado por investigadores del Grupo de Biotecnología de Microalgas marinas de la Universidad de Almería, según publican en la revista Bioresource Technology.
El método permite aumentar la producción de biomasa rica en grasas poliinsaturadas, beneficiosas para las especies acuícolas, mediante la adición de fertilizantes y la reutilización de agua portadora de nutrientes. Además, es más barato y respetuoso con el medio ambiente que otras técnicas.
Los investigadores han elegido la especie Nannochloropsis gaditana, dado que resulta una buena productora de proteínas y ácidos grasos valiosos para la acuicultura. “Entre ellos destacan los omega 3 y omega 6, EPA y el DHA, dos ácidos grasos ‘beneficiosos’ que se incorporan a la grasa del pez y a la vez pasan a la dieta humana”, explica la responsable del estudio María del Carmen Cerón.
La novedad del proyecto es el desarrollo de biorreactores que incorporan mejoras para optimizar el proceso de obtención de biomasa. En concreto, estas estrategias son la incorporación de fertilizantes y la reutilización del medio de cultivo.
Con la adición de fertilizantes, los expertos incorporan nutrientes esenciales como el nitrógeno y el fosforo y micronutrientes al agua donde las microalgas los requieren para crecer. Esta fórmula abarata el coste y mantiene la misma composición de nutrientes que necesitan los microorganimos.
Para reducir los costes y evitar la contaminación, los expertos de la Universidad de Almería reutilizan esa agua esterilizándola previamente, para evitar la acumulación de microorganismos no deseados. Tras probar varias estrategias, los investigadores han comprobado que la técnica más efectiva es la ozonización, es decir, la adición de ozono.
“Este método reduce de la carga bacteriana a valores 1000 veces menores que con otras técnicas como el filtrado inicial, la cloración, la adición de peróxido de hidrógeno o la calefacción”, detalla.
Las microalgas suelen cultivarse por los acuicultores en bolsas tradicionales. Sin embargo, los reactores diseñados por este grupo hacen más eficiente el proceso de obtención de la materia prima. “Nuestras tecnologías favorecen la producción de microorganismos, para que todas sus células de las microalgas crezcan de la forma más eficaz y así optimizar la calidad de la biomasa que se destina a acuicultura”, precisa.
Los resultados de este trabajo se han obtenido en el marco de un proyecto de excelencia financiado por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía.
Producción de biodiesel
Los investigadores aplican las microalgas a distintos procesos, como la obtención de biodiésel. En un estudio sobre producción de biodiesel mediante fermentación de Chlorella protothecoides con glicerol como fuente de carbono han conseguido este biocombustible a partir de un residuo resultante del propio proceso.
En la investigación, los científicos han evaluado el potencial de la especie Chlorella protothecoides como 'acumuladora' de aceite usando el glicerol como alimento, el principal producto de los residuos procedentes de la producción de biodiesel. Este compuesto actúa como fuente de carbono en el medio de cultivo empleado para que las microalgas crezcan.
Estudios previos han analizado la producción de biodiesel a gran escala a partir de aceite enriquecido con biomasa de esta alga. Sin embargo, la novedad de esta investigación es la utilización de glicerol como sustrato orgánico. “Se han logrado rendimientos muy altos de biomasa y las productividades de biodiesel equivalentes a los reportados para la misma especie pero utilizando glucosa como fuente de carbono “, asevera Cerón.