La semana pasada, el director general de la OMS declaró la emergencia de salud pública de importancia internacional por el brote de este virus. En nuestro país, por el momento su transmisión no es muy alta ni entraña un elevado riesgo de mortalidad, según los especialistas de la Asociación Española de Vacunología.
Erupciones cutáneas o lesiones en las mucosas que pueden durar de 2 a 4 semanas, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos. Estos son los síntomas más comunes del mpox (anteriormente conocido como viruela del mono).
Con la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional por parte por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada, es la segunda vez en dos años que se determina esta situación en relación con la mpox.
La enfermedad, causada por un ortopoxvirus, se detectó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo. Se considera endémica de los países de África central y occidental.
Sin embargo, la situación en España no es alarmante en estos momentos, como sostienen desde la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Su transmisión no es altísima ni entraña un elevado riesgo de mortalidad. No hay ninguna posibilidad de que se convierta en una epidemia tipo covid”, afirma su presidente, Jaime Pérez.
“Hoy podemos estar tranquilos. No es una enfermedad en la que vayamos a tener más casos por entrar en un vagón de Metro”, señala el especialista, que no ve necesidad de tomar medidas específicas de control en el transporte público. “No es como otros virus, no es de transmisión fácil y tiene baja capacidad de mutación”.
Hoy podemos estar tranquilos. No es una enfermedad en la que vayamos a tener más casos por entrar en un vagón de Metro
Pérez insiste en que no se precisan medidas concretas en metro, autobuses o tranvías si bien se podría entender un protocolo de vigilancia en aeropuertos para pasajeros procedentes de países de riesgo, en función de la valoración que haya en cada momento.
“No es descartable que el brote (que surgió en África y registró en Suecia un primer caso de una cepa más grave) se extienda a escala mundial porque la capacidad de movimiento de la población es muy alta, pero no es esperable que tenga afectación en un porcentaje importante. Lo importante es actuar de forma local (en África) para detener la propagación”, puntualiza.
Desde la AEV se insiste en el mensaje tranquilizador porque el mpox no es un virus de transmisión aérea como la covid sino por contacto estrecho, en situaciones de relación prolongada e intensa.
Respecto a que el último brote en África afecte más a niños, este experto precisa que “la enfermedad se transmite a cualquier persona que se exponga a ella” y puede ser por contacto estrecho en el ámbito familiar, no solo íntimo vinculado a relaciones sexuales.
Pérez afirma que “no hay una nueva variante del mpox en España (la clado II se detectó en 2022) y no se observan nuevas calificaciones microbiológicas salvo en África y el caso de Suecia”.
Con relación a las vacunas, Pérez comenta que el suero contra la viruela humana tiene autorización de uso frente a la viruela símica, y es efectivo, al menos, en un 80 %. Lo que supone una protección muy alta cuando se habla de una enfermedad con un grado de transmisión tan bajo.
Explica este experto que las vacunas de primera generación, con una seguridad menor, ya no están disponibles, pero sí las de segunda generación, que se reservan para uso en situaciones estratégicas como por un ataque bioterrorista con viruela humana. “La viruela está erradica, pero el virus existe y ante una amenaza de bioterrorismo, los estados tienen reservas por lo que pudiera ocurrir”, subraya.
Lo ideal es vacunarse en la preexposición -en el día cuatro si bien es posible hasta el catorce-, y solo a población que cumple criterios de riesgo
Pérez comenta que estas vacunas de segunda generación (ACAM2000) tienen efectos adversos que en caso de un ataque terrorista “son tolerables”, pero en 2022 se descartó su uso y se recurrió a las vacunas más recientes, las de tercera generación (IMVANEX en Europa), aunque hoy “su capacidad de producción no es altísima”.
Pérez sostiene que “lo ideal” es vacunarse en la preexposición -en el día cuatro si bien es posible hasta el catorce-, y coincide con la recomendación de que se vacune solo a población que cumple criterios de riesgo.
La vacuna de tercera generación, que es la que se inocula, tiene los mismos efectos adversos que cualquier otro suero y se administra vía intramuscular en dos dosis, con cuatro semanas de diferencia.
En caso de empeoramiento se hará el ingreso hospitalario, si bien lo normal es que la enfermedad pase con tratamientos sintomáticos
El especialista recomienda acudir a un centro sanitario ante los primeros síntomas: “En caso de empeoramiento se hará el ingreso hospitalario, si bien lo normal es que la enfermedad pase con tratamientos sintomáticos”, concluye.