Los trilobites, un grupo extinto de artrópodos que proliferó en los mares del Paleozoico, ya se enrollaban eficientemente hace 500 millones de años para protegerse. Este descubrimiento ha sido posible gracias al estudio de los fósiles de estos animales marinos, hallados en el Parque Nacional del Moncayo, y realizado por investigadores de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con expertos de la Universidad de California y el Museo de Historia Natural de Londres.
Un estudio de la Universidad de Zaragoza muestra que el enrollamiento en los trilobites es una adaptación defensiva que proporciona uno de los más claros casos de tendencias desarrolladas independientemente en diferentes linajes hacia una solución común: enrollarse para defenderse.
Jorge Esteve y Samuel Zamora, del grupo de investigación Murero, que dirige Eladio Liñán, catedrático de la Universidad de Zaragoza, acaban de publicar las conclusiones de este estudio en la revista norteamericana Geology, la más prestigiosa de su ámbito.
El descubrimiento se ha obtenido tras el análisis de los fósiles de los trilobites del Parque Natural del Moncayo, en el que han participado Jorge Esteve (Universidad Zaragoza), Nigel Hughes (Universidad de California) y Samuel Zamora (Museo Historia Natural, Londres).
Los fósiles han sido recogidos, preparados y estudiados a lo largo de los últimos cuatro años en la localidad zaragozana de Purujosa, incluida en el Parque Natural del Moncayo. Lo singular de este yacimiento es la concentración y conservación, más de 500 ejemplares, de trilobites perfectamente conservados, muchos de los cuales aparecen en una postura defensiva de enrollamiento, similar a la que muestran las cochinillas de la humedad actuales cuando se les molesta.
Los fósiles pertenecen al periodo Cámbrico y tienen más de 500 millones de años lo que ha permitido indagar cómo los primeros trilobites se enrollaban y se defendían ante las amenazas externas. Este yacimiento es el más rico en trilobites del Cámbrico enrollados a nivel mundial y así lo demuestra la comparación con casi 90 localidades con fósiles parecidos de todo el mundo.
Los trilobites tienden hacia un enrollamiento más eficiente a lo largo de su evolución, aunque esta tendencia ya estaba muy definida en el Cámbrico. Esta asociación de trilobites muestra cómo diferentes grupos podían enrollarse, aun teniendo cuerpos de formas diferentes.
Todavía se están barajando las causas de tal concentración de fósiles pero todo apunta a que una avalancha de lodo enterró de forma súbita a estos animales. Este yacimiento, casi intacto, representa los últimos instantes en la vida en una comunidad de animales marinos de más de 500 millones de años.