Investigadores españoles acaban de publicar en la Gaceta Sanitaria el primer estudio sobre consumo de alcohol y otras drogas en la población activa española. El trabajo analiza las diferencias entre hombres y mujeres, trabajadores y desempleados, y entre las distintas categorías ocupacionales y sectores de actividad. Los resultados destacan que los empleados de hostelería son los que presentan un mayor riesgo de ingesta de sustancias adictivas.
Un equipo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERES) han estudiado el consumo de alcohol y otras drogas en la población activa española.
Los autores seleccionaron a los 15.000 participantes en edad ocupacional que cumplimentaron la Encuesta Domiciliaria de Alcohol y Drogas en España de 2007, elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas.
Tras el análisis de los datos han podido determinar que el 3,4 % de la población activa española presenta un consumo de alto riesgo de alcohol (más de 30 gramos al día para las mujeres y más de 50 para los hombres).
Además, un 2,3 % recurre diariamente a los tranquilizantes y somníferos, cerca del 8 % había consumido cannabis en los últimos 30 días y el 12 % consumió otras drogas ilegales en el último año.
La hostelería es el sector más vulnerable a las drogas, aunque con diferencias entre sexos. Mientras en los hombres se aprecian las mayores prevalencias en el consumo excesivo de alcohol (7,8 % de los trabajadores) y de cannabis (15,9 %), en las mujeres se detecta un mayor aumento en el consumo de cannabis (7,4 %) y de otras sustancias ilegales (el 11 % de las empleadas en hostelería ha recurrido a este tipo de drogas en el último año, frente al 18 % de sus compañeros masculinos).
Por el contrario, los trabajadores con un menor riesgo de consumo elevado de alcohol son los profesores y el personal sanitario y administrativo, mientras que el cannabis y las drogas ilegales son más frecuentes en la construcción.
El 21 % de los desempleados ha consumido alguna droga ilegal
El trabajo también analiza las diferencias entre categorías profesionales y desvela, por ejemplo, que el consumo de alto riesgo de alcohol es significativamente más elevado entre los directivos y profesionales masculinos (6,7 %) que entre los trabajadores manuales cualificados (4,9 %) y no cualificados (5,3 %).
En el caso de las mujeres, las únicas diferencias entre categorías se observaron en el cannabis y otras drogas ilegales: las trabajadoras no cualificadas consumen menos (3,5 % y 6,2 % respectivamente) que las directivas y profesionales (4,1 % y 8 %).
Por último, se observa que la situación laboral influye en el consumo. Los hipnosedantes, el cannabis y otras sustancias ilegales son más frecuentes entre los hombres en paro, mientras que en el caso de las mujeres, el desempleo aumenta en 1,7 el riesgo de consumo diario de tranquilizantes y somníferos.
Así, el 21 % de los desempleados ha coqueteado con alguna droga ilegal en el último año (frente al 14 % de los trabajadores), mientras que el consumo diario de hipnosedantes se extiende al 5 % de las mujeres sin empleo, doblando prácticamente el porcentaje de trabajadoras.
Con estos datos, los autores quieren reivindicar el centro de trabajo como un lugar adecuado para desarrollar actividades de prevención sobre el consumo de sustancias adictivas.
Referencia bibliográfica:
Fernando G. Benavides et al. "Consumo de alcohol y otras drogas en el medio laboral en España". Gac Sanit 2013;27:248-53.