Un equipo de investigadores españoles ha analizado la dieta de tres especies de tiburones que habitan en las profundidades marinas del área de El Cachucho, la primera Área Marina Protegida en España y ubicada en el Mar Cantábrico frente a la costa asturiana. Estos animales se alimentan de los recursos disponibles en su entorno y en función de los cambios en las profundidades del mar.
“En estos ecosistemas profundos todos los compartimentos de la cadena alimenticia están interrelacionados, y un pequeño cambio en uno de los eslabones puede provocar grandes cambios en el resto”, señala a SINC Izaskun Preciado, autora principal del estudio e investigadora en el Centro Oceanográfico de Santander, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Para conocer en detalle las especies que habitan en El Cachucho (la primera Área Marina Protegida en España y ubicada frente a la costa de Llanes en Asturias) los científicos estudiaron la dieta de tres especies de tiburones que habitan a profundidades de entre 400 y 1.000 metros: el olayo o bocanegra (Galeus melastomus), el negrito (Etmopterus spinax), y la visera o zapata (Deania calcea).
La investigadora explica los resultados del estudio que ha publicado el Journal of Fish Biology: “La dieta de los tiburones es oportunista ya que se alimentan del recurso disponible, en este caso pequeños crustáceos eufausiáceos, gambas bentopelágicas y peces”.
Dos hábitats diferentes
Las muestras recogidas entre octubre de 2003 y abril de 2004 han permitido definir dos hábitats diferentes: la superficie del banco de 454 a 642 metros de profundidad y cubierto de una capa fina de sedimentos con bajo porcentaje de materia orgánica, y el interior de la cuenca interna, que separa el banco de la plataforma continental, entre 810 y 1.048 metros de profundidad.
El estudio demuestra que en la cima del banco (400-500 metros) habitan dos de las tres especies de tiburones estudiadas (el olayo y el negrito). “Pero en la cuenca interna más profunda el negrito es reemplazado por la zapata”, asegura Preciado.
En la zona más profunda, los científicos muestrearon hasta los 1.100 metros de profundidad y observaron que coexisten el olayo y la zapata sin que haya una competencia trófica entre ambos tiburones, “ya que cada uno se ha especializado en un tipo de alimento”, subraya la oceanógrafa.
Prever los cambios en la cadena trófica
El equipo insiste en la importancia de estos estudios para el seguimiento de las especies en el área de El Cachucho. “Es de esperar que el establecimiento del Área Marina Protegida provoque cambios en la abundancia de determinadas especies de peces, sobre todo las comerciales. Por tanto, conocer la red trófica de estos ecosistemas puede ayudar a predecir cambios futuros en las abundancias de las especies”, admite Preciado.
La investigadora lo advierte: “Un aumento importante de una especie de predador puede provocar la drástica disminución de su presa, por eso conocer la dinámica de las redes tróficas ayuda a prever cambios en cada uno de los compartimentos del ecosistema”.
La presencia de olayos mayores en aguas poco profundas, por ejemplo, es un buen indicador de una mayor productividad de zooplancton en esta zona.
El Cachucho es una montaña submarina situada en el Mar Cantábrico, frente a las costas de Asturias. De unos 4.500 de altura (medidos desde su base en la planicie abisal del Golfo de Vizcaya), posee una gran riqueza faunística y biológica. Es la primera reserva española exclusivamente marina. Hasta ahora sólo parques como Doñana, Cabrera o las Islas Atlánticas de Galicia protegían en parte territorio marítimo.
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Referencia bibliográfica:
Preciado, I.; Cartes, J.E.; Serrano, A.; Velasco, F.; Olaso, I.; Sánchez, F.; Frutos, I. “Resource utilization by deep-sea sharks at the Le Danois Bank, Cantabrian Sea, north-east Atlantic Ocean” Journal of Fish Biology 75(6): 1331-1355, octubre de 2009.
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