Los ratones salvajes, las ratas y otros roedores producen vocalizaciones ultrasónicas que usan para cortejar o defender su territorio. Estos imperceptibles sonidos pueden ayudar a los humanos a encontrar terapias para el tartamudeo y el autismo. Sin embargo, hasta ahora no se entendía cómo los generan.
Un grupo de científicos, liderado por la Universidad del Sur de Dinamarca, ha descubierto que los ratones producen ultrasonidos de una forma única en el reino animal. Según los investigadores, y contrariamente a lo que se pensaba, estos roedores no utilizan las vibraciones de sus cuerdas vocales en la laringe para crear el sonido.
“En su lugar, un pequeño chorro de aire sale de la tráquea contra la pared interior de la laringe”, explica Coen Elemans, autor principal del estudio y jefe del grupo de Comunicación y Comportamiento del Sonido de la universidad danesa. Esto produce el silbido ultrasónico, señala el trabajo publicado en la revista Current Biology.
El equipo utilizó vídeos de alta velocidad con 100.000 fotogramas por segundo para demostrar que las cuerdas vocales permanecen totalmente inmóviles mientras sale el ultrasonido por la laringe.
Un mecanismo único
“Este mecanismo solo se conoce en aplicaciones de flujo supersónico como el despegue y el aterrizaje verticales con motores a reacción, o flujos subsónicos de alta velocidad, como los chorros empleados para un rápido enfriamiento de los componentes eléctricos y turbinas”, detalla Anurag Agarwal, coautor del trabajo y director de los laboratorios de Aeroacústica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Aunque muchos roedores de todo el mundo usan los ultrasonidos para comunicarse, los científicos aún desconocían este proceso. “A pesar de que hayamos investigado intensamente con ratones, estos animales aún guardan algunos trucos bajo la manga”, indica Elemans.
Para los investigadores, cuanto más se conozca cómo los ratones producen sus sonidos sociales, “más fácil será comprender lo que sucede en el cerebro de un ratón que tiene las mismas mutaciones genéticas que los humanos con trastornos del habla”, concluye Elena Mahrt, primera autora y científica en el Washington State University Vancouver (EE UU).
Referencia bibliográfica:
Mahrt, E., Agarwal, A., Perkel, D. J., Portfors, C. V. & Elemans, C. P. H. “Mice produce ultrasonic vocalizations by intra-laryngeal planar impinging jets”. Current Biology 26, R1-R3