Desde ayer lunes 9 de febrero y hasta el próximo viernes día 13, el Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía organiza una reunión de trabajo del proyecto europeo DIVERSIFY, cuyo objetivo es desarrollar nuevos sistemas de cultivo y nuevos métodos de procesado y marketing para seis nuevas especies de acuicultura.
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía lideran uno de los subproyectos de esta ambiciosa iniciativa: el enfocado a lograr el cultivo de la cherna o mero (Polyprion americanus), y durante estos días, todos los integrantes del proyecto se reúnen para coordinar las actividades de este año y plantear objetivos para los próximos cuatro.
Además, visitarán las instalaciones del IGAFA de la Consellería do Medio Rural e Mariño de la Xunta de Galicia y del Acuarium Finisterrae –ambas instituciones participantes en el proyecto– con el objetivo de hacer una revisión exhaustiva de los stocks de reproductores de que se dispone.
El proyecto en Galicia
En Galicia se centra la mayor parte del trabajo sobre el cultivo de la cherna o mero debido a las grandes posibilidades que ha despertado esta especie entre los acuicultores. Se trata de una especie de rápido crecimiento –puede llegar a crecer del orden de seis kilogramos por año– y con un alto precio en el mercado.
Además es una especie sometida a gran presión por el sector pesquero, tanto profesional como deportivo, y está incluida en la lista roja de especies en peligro de extinción. Prácticamente toda la cherna desembarcada en los puertos españoles procede de los caladeros de las Islas Azores pero la distribución geográfica de esta especie es prácticamente universal.
Esta parte del proyecto de la cherna o mero está liderada por el Centro Oceanográfico de Vigo, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía y participan en él además, la Consellería do Medio Rural e Mariño de la Xunta de Galicia –con sus centros de CIMA (Vilaxoán) e IGAFA (Illa de Arousa)– y el Acuarium Finisterrae del Ayuntamiento de la Coruña.
Este proyecto está también apoyado por empresas del sector interesadas en el desarrollo de esta tecnología y el Acuario do Grove, quien también colabora en alguna de las tareas.
Además participan otras instituciones españolas y europeas como son el Hellenic Center for Marine Research, el Instituto Francés de Investigación para la Exploración del Mar, la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas y el Israel Oceanographic and Limnological Research.
“Hasta el momento los resultados obtenidos son esperanzadores y las posibilidades del cultivo de esta especie de gran valor comercial son realmente buenas”, explica José Benito Peleteiro investigador del Centro Oceanográfico de Vigo y coordinador de los trabajos sobre la cherna.
Se ha descrito el ciclo reproductivo de la cherna, se han desarrollado protocolos de inducción hormonal de desove y procedimientos de fertilización in vitro, se han formulado dietas para reproductores y larvas y se ha elaborado un estudio de mercado sobre el potencial de esta especie al corto y largo plazo, entre otras tareas.
“Si todo va bien, en 10 años podríamos tener las primeras chernas de acuicultura en los mercados”, comenta Peleteiro.
Seis nuevas especies para la acuicultura
El proyecto DIVERSIFY, financiado por la UE y aprobado en diciembre de 2013, tiene una duración de cinco años y pretende desarrollar nuevos sistemas de cultivo y nuevos métodos de procesado y marketing para seis nuevas especies de acuicultura.
Tiene dos objetivos fundamentales: el desarrollo de técnicas científicas y metodológicas que aseguren el cultivo exitoso de las especies seleccionadas y que contribuyan a la expansión de la industria, y la identificación de los aspectos clave para la aceptación en el mercado de nuevos prototipos de alimentos con el fin de posicionar al sector acuícola europeo como líder en la producción de alimentos acuáticos.
En este proyecto participan 38 socios de 12 países, de los cuales cuatro son pequeñas y medianas empresas y dos multinacionales relacionadas con la alimentación animal. Los 32 socios restantes, son organismos de investigación, fundaciones y universidades distribuidas a lo largo del territorio de la Unión Europea, donde además participan también países como Noruega o Israel.
El proyecto tiene una dotación económica de 11,8 millones de euros, distribuidos entre los socios en función de sus responsabilidades, y está coordinado por el Hellenic Center for Marine Research.
Después de un estudio profundo y concluyente realizado entre todos los países, se decidió profundizar en las posibilidades de cultivo del halibut (Hippoglossus hippoglossus), la seriola (Seriola dumerilii), el mujel (Mujil cephalus), la corvina (Argirosomus regius) la perca (Sander lucioperca) y la cherna o mero (Polyprion americanus).
Esta selección de especies se realizó en base a tres características comunes: crecimiento muy rápido, gran aceptación por los mercados europeos por la probada calidad de su carne y sostenibilidad del cultivo.
En este proyecto España participa aportando su tecnología en el cultivo de seriola, mujel, corvina y mero/cherna. El Instituto Español de Oceanografía, con el equipo investigador de los Centros Oceanográficos de Vigo, Canarias y Murcia colaboran en el desarrollo del cultivo de la cherna/mero (Vigo) y seriola (Canarias y Murcia).