Aunque algunas especies tienden a la intimidad para evacuar, como en el caso de los seres humanos, otros animales optan por ser menos reservados. Es el caso de los lagartos Podarcis melisellensis, protagonistas de #Cienciaalobestia, que prefieren las rocas más grandes para dejar sus heces. Esto les proporciona varias ventajas.
En el mundo animal, los excrementos son mucho más que simple deposiciones: son usadas para comunicarse unos con otros. Para aumentar la eficacia de la señal, ciertos animales seleccionan lugares específicos, como la parte alta de las rocas, para defecar y así maximizar la capacidad de detección por parte de los demás.
En el caso de las lagartijas Podarcis melisellensis, que viven en bosques y zonas rocosas del este de Europa. Las rocas suelen ser los sitios elegidos para depositar las heces, pero no solo facilitan su localización, también ofrece a estos reptiles mejores oportunidades de termorregulación, de alimentación o para escapar de los depredadores.
En un nuevo estudio, publicado en la revista Behavioural Processes, un grupo de científicos, liderado por la Universidad de Amberes en Bélgica, ha realizado un experimento con estos pequeños reptiles para evaluar su preferencia por los lugares de defecación, y si esta varía entre sexos y poblaciones.
Los investigadores colocaron lagartos en una jaula con tres rocas idénticas en todos los aspectos, salvo por el tamaño. En total, el 80 % de las lagartijas del estudio prefirió la piedra más grande.
“Nuestros hallazgos muestran que en un entorno donde todas las piedras proporcionan la misma ventaja termorreguladora, disponibilidad de presas y presión de depredadores, los lagartos seleccionan la piedra más grande de su territorio como sitio de defecación preferido”, revelan los científicos en su trabajo.
El equipo de investigación también demostró que esta selección supone un comportamiento conservador fuerte, compartido por todos los miembros analizados de la especie. De este modo, los científicos confirmaron que los lagartos defecan en sustratos rocosos prominentes para aumentar la detección visual de sus deposiciones fecales.