Aunque algunas especies tienden a la intimidad para evacuar, como en el caso de los seres humanos, otros animales optan por ser menos reservados. Es el caso de los lagartos Podarcis melisellensis, protagonistas de #Cienciaalobestia, que prefieren las rocas más grandes para dejar sus heces. Esto les proporciona varias ventajas.
Un estudio liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales constata que la disminución de las deposiciones de contaminantes, y sobre todo el incremento de CO2 atmosférico, han estimulado la fotosíntesis y el secuestro de carbono por parte de los bosques. El ritmo de captura y de emisión de carbono por parte de los bosques depende en gran parte de la composición cambiante de la atmósfera. Es clave, pues, entender cómo circula el carbono entre la atmósfera, los seres vivos, los océanos y los suelos para anticipar los efectos del cambio climático.